Miriam perdió la custodia de sus hijos y no dio manutención a exesposo, pero pasó esto

Miriam y Clemente se divorciaron. El juez Familiar así lo decretó, y resolvió además que ella perdiera la guarda y custodia de sus dos hijos. 

Más aún, le obligó al pago de una pensión alimenticia, lo cual incumplió. Por ello, Clemente la acusó penalmente.

El caso fue derivado al Centro de Justicia Alternativa (CJA) del Poder Judicial de la Ciudad de México por el juez de control que conoció del incumplimiento por parte de Miriam, a fin de que, vía la facilitación penal, acordaran, de manera gratuita y sin necesidad de abogados, una reparación del daño a favor de los dos menores de edad.

Ya en la sede del CJA (ubicada en Niños Héroes 133, colonia Doctores), el facilitador penal que se les asignó notó reticencia por parte de ambos para participar en ese mecanismo de solución alterna al juicio convencional. 

Detectó que la resistencia derivaba de temas emocionales no resueltos, y que eso impedía el acercamiento necesario para lograr un convenio. 

El facilitador penal se abocó a auxiliarlos para que manejaran sus emociones, y fue a partir de ahí que avanzaron.

En esa dinámica, vieron lo bueno y positivo de sus personas, lograron cambiar su actitud, y dejaron de verse como enemigos. 

Se encaminaron a resolver el conflicto penal, a través de un convenio de acuerdo reparatorio que ellos mismos construyeron, y el cual fue aprobado por el juez de control. 

Ese documento, además de prever la forma en que se repararía el daño causado a los dos menores, también establecía que Miriam pudiera convivir de nuevo con sus hijos.