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Vender helados, paletas y aguas dio hogar, alimento y estudios a “Saúl” desde que sus padres empezaron a administrar dos negocios de una cadena nacional. Cuando tuvo los recursos y la oportunidad abrió el suyo.
Pero en 2020, en medio de la pandemia por Covid 19, “Saúl”, su esposa y uno de sus hijos sufrieron asaltos a mano armada que los obligaron a cerrar dos tiendas.
Luego, en la que queda abierta, inició el asedio por ‘cobro de piso’.
Saúl confió en que la tercera nevería, ubicada en “mejor” colonia, estaba fuera de peligro.
Sin embargo, en junio de hace dos años, recibió la primera visita de extorsionadores que se dijeron integrantes de la Unión de Tepito.
“Es pagar o morir. Ponen un arma en la nevera. Entregamos el dinero en un casco de moto o bote de helado. No hay de otra”, detalló.