LA VOZ DEL CENTRO
Comerciantes del Centro Histórico afectados por competencia desleal china
Con mucha preocupación vemos el crecimiento de un modelo de negocios de artículos basura o desechables provenientes de oriente
(Foto: Google Maps)
Por Guillermo A. Gazal Orduña, Presidente de Procentrhico
Con mucha preocupación vemos el crecimiento de un modelo de negocios de artículos basura o desechables provenientes de oriente, lo que genera una competencia desleal con los negocios legendarios ubicados en el Centro Histórico de la Ciudad de México.
Esto ha originado la injusta competencia en la compra y arrendamiento de predios, edificios y locales, ya que la comunidad oriental hace ofertas con los que no se puede competir.
Por eso, hoy en varias calles del CH se ven nuevas plazas comerciales con anuncios en chino, inmuebles que no fueron construidos para soportar excesivas cargas de productos, lo que podría convertirse en crónica de tragedias anunciadas.
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Asimismo, vemos la ‘nueva muralla China’ hecha por cajas de mercancías que se descargan y se comercializan en las calles; hoy, incluso el comercio de la vía pública se ve invadido por estos productos.
Comerciantes establecidos exigimos a autoridades locales y federales imponer una regulación a estos negocios desleales, pues existe la presunción de que sus productos ingresan al país sin el correcto pago de impuestos o, en el mejor de los casos, con pagos irrisorios de derechos; también, en la mayoría de estos negocios se ha visto la falta de entrega de comprobantes fiscales (facturas) a clientes, por lo que se crea la suspicacia de la evasión fiscal por el IVA y demás impuestos que la comercialización de estos productos involucra. Sin el pago de estas obligaciones se complica exponencialmente la carga que sí tenemos la mayoría de negocios nacionales.
No podemos dejar de mencionar que este modelo de ‘las chinaderas’ solo generan empleos de segunda y de tercera, ya que dejan solamente las plazas de cargadores, diableros y bodegueros a fuentes de trabajo mexicanos. Insistimos en exigir la regulación de este fenómeno creciente.