¿Cómo recibía la ciudadanía al Presidente en tiempos pasados?

Con el paso del tiempo, la percepción que tienen los mexicanos de sus gobernantes ha cambiado radicalmente, esto se refleja en el modo en el que la figura presidencial ha modificado sus formatos y se ha alejado del contacto directo con la gente. 

De acuerdo con fuentes históricas, en los viejos tiempos del ‘presidencialismo’, la ciudadanía se volcaba a las calles cada 1 de septiembre, cuando el Presidente en turno realizaba su informe de actividades ante el Congreso de la Unión.

Era una fiesta llena de algarabía en el que el primer mandatario abordaba un automóvil descubierto y entre aplausos y porras, recibía el respaldo de la gente ante los logros de su administración, a esto se le conoció como: “El Día del Presidente”.

OPACADO. Fue durante el último informe de gobierno de Miguel de la Madrid Hurtado, en 1988, que esta celebración acabó, paradójicamente el entonces senador Porfirio Muñoz Ledo, interpeló lo que el mandatario informaba a la nación. 

Treinta años después, ese mismo legislador, pero en su carácter de Presidente de la Mesa Directiva de la Cámara de Diputados, será el encargado de pasar la Banda Presidencial, al primer gobernante de izquierda de nuestro país, abriendo así lo que llaman “La Cuarta Transformación”.