¡Aguas con estos alimentos! Consumirlos en exceso puede causarte demencia

Comer alimentos ultraprocesados, como los refrescos o embutidos como el jamón, pueden alterar la salud de tu cerebro y acelerar la aparición de demencia. El punto de quiebre está en las 400 calorías diarias en una dieta de 2,000.

Una hamburguesa con queso y papas fritas chicas te aportan 530 calorías.

Un estudio brasileño, realizado por los científicos de la Universidad de Sao Pablo, encontraron que las personas podrían correr un mayor riesgo de deterioro cognitivo si más del 20% de su ingesta calórica diaria son alimentos ultraprocesados.

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Si bien prácticamente todos los alimentos que comemos han sido procesados, porque en muy pocas ocasiones los comemos en su estado natural, los “ultraprocesado" son aquellos derivados de la extracción de sabores y nutrientes, a los que se les han agregado otros sabores, colores y conservadores, alteraciones que nos facilitan la vida, pero que reducen sus beneficios nutricionales.

Además de las hamburguesas y las papas fritas, también son ultraprocesados la pizza congelada, los hot dogs, salchichas, refrescos, galletas, pasteles, dulces, donas y helados, es decir, “formulaciones industriales de sustancias alimenticias (aceites, grasas, azúcares, almidón y aislados de proteínas) que contienen poco o nada de alimentos integrales y generalmente incluyen saborizantes, colorantes, y aditivos cosméticos”, como lo describe la investigación carioca.

Debido al consumo de estos productos, la parte del cerebro involucrada en el funcionamiento ejecutivo, la capacidad de procesar información y tomar decisiones se ve especialmente afectada, según el estudio que involucró a más de 10,000 brasileños entre 35 y 74 años, quienes fueron seguidos hasta por 10 años, con el objetivo de ver cómo el consumo de este tipo de alimentos afecta las capacidades cerebrales.

Los participantes fueron evaluados al principio y al final del estudio para ver si su estado mental había cambiado. Las pruebas incluyeron recuerdo de palabras inmediato y diferido, reconocimiento de palabras y fluidez verbal. También tuvieron que completar cuestionarios para determinar cuántos alimentos ultraprocesados consumían.

Aquellos que ingirieron la mayor cantidad de ultraprocesados tuvieron una tasa de deterioro cognitivo 28% más rápida y una tasa de deterioro de la función ejecutiva 25% más rápida en comparación con aquellos que comieron menos de 20%.

Además del deterioro cognitivo, estos alimentos pueden estar relacionados con un mayor riesgo de obesidad, problemas cardíacos y circulatorios, diabetes, cáncer y, por lo tanto, de tener una vida más corta, según las conclusiones del estudio publicado en la revista JAVA Neurology.

“La gente necesita saber que debe cocinar más y preparar su propia comida desde cero, dejar de comprar cosas súper procesadas”, comentó al matutino ‘New York Post’ la doctora Claudia Suemoto, profesora asistente en la división de geriatría de la Escuela de Medicina de la Universidad de Sao Paulo, parte del equipo investigador. “Sé que decimos que no tenemos tiempo, pero vale la pena, porque protegemos el corazón y cerebro de la demencia o el Alzheimer.