Pobladores de municipio en Yucatán solo necesitan “la ayuda de Dios” para combatir al Covid

Por Yazmín Rodríguez

YUCATÁN.- En Xbohóm, una pequeña comisaría del municipio de Tizimín, ubicada en el oriente del estado, entre brechas y selva baja, habitan alrededor de 32 familias, que son gente humilde y de campo.

Ellos sostienen que no tienen por qué vacunarse contra el Covid-19 porque están convencidos de que no lo necesitan, ya que cuentan con “la ayuda de Dios, con eso basta”.

Es el caso de la familia Cauich, integrada por Severo, el papá de 88 años, quien fue agricultor y su esposa Alicia, de 84, quienes viven con su único hijo de 51, Felipe, de oficio vaquero, quien los cuida y vigila.

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Tizimín es una zona ganadera en donde la mayoría de la gente depende de la cría y comercialización de esos animales. Ahí, entre pequeñas viviendas y calles empedradas, así como un pequeño parque, se encuentra Xbohóm, una comisaría en donde prácticamente no usan cubrebocas y así se cuidan, pues aseguran que nunca salen de casa.

“Todos nos conocemos y nos cuidamos”, dicen cuando se les pregunta sobre las medidas sanitarias.

Convencidos de su religiosidad, ninguno de los habitantes usa nada para taparse cuando hablan y platican; consideran innecesario el cubrebocas.

Felipe Cauich sostiene que sus padres y él nunca se han enfermado. “Oímos decir que la gente se enferma y muere por ese mal, pero a nosotros nada nos ha dado “, comenta.

En este pequeño sitio no hay reportes de enfermos de Covid-19 o al menos no se tienen documentados. “Dios nos ha ayudado, porque ni catarro hemos tenido; ni yo ni mis papás”, dice Cauich Ucán.

(Fotos: Facebook)

EL DATO

A pesar de que desde hace una semana el ayuntamiento de Tizimín comenzó a pagar $200 por vacunarse a los mayores de más de 40 años, eso no ha sido un incentivo suficiente para que esta familia lo haga.

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