Dejan sin saldo las tarjetas de adultos mayores de la CDMX por esta polémica razón

Por E. Fernández / C. González 

Fernando no pudo pagar su mandado en una tienda departamental de Plaza Oriente, ubicada en la alcaldía de Iztapalapa, porque su tarjeta de la Pensión Alimentaria “Nueva Vida a los 68 años”, no tenía saldo.

“Llegué a la caja con el carrito y llevaba frijoles, leche, artículos de tocador. La cajera pasó mi tarjeta como siempre lo hace y la rechazó. Me dijo que no tenía saldo, que estaba en ceros”, contó el residente de la alcaldía Iztacalco, quien está inscrito en el programa de asistencia alimentaria desde que el jefe de Gobierno era Andrés Manuel López Obrador.

Ante esto, el hombre tuvo que pagar en efectivo los productos que había escogido de los estantes de la tienda departamental.

Cuando llegó a su casa en la Agrícola Oriental, encontró un volante que dejaron empleados de la Secretaría de Inclusión y Bienestar Social en el que informan que a partir del 1 de abril la Pensión Alimentaria para personas adultas mayores de 68 años se dispersará en la Tarjeta Bienestar del gobierno federal.

Pero a él no le habían dicho qué eso iba a ocurrir y ahora no sabe si los mil 230 pesos correspondientes al mes de abril se los depositarán a la tarjeta del gobierno federal, que aún no está en su poder.

Desde el mes de febrero, la señora Maricela Aguilera dejó de recibir los mil 250 pesos mensuales que recibía del gobierno capitalino como apoyo para la compra de su despensa, en marzo a pesar de que le fue depositado el dinero, ninguna tienda le recibió la tarjeta.

La vecina de la GAM, acudió al módulo Valle Madero, ahí le informaron que no sabían sobre el destino del programa, pues sería inhabilitado en abril y que sólo quedaría como beneficiaria del programa federal de atención para adultos mayores de 68 años en adelante.

“Lo que yo no entiendo es qué tiene que ver un programa con otro, yo me quedaré con mil 250 pesos menos para comprar mi despensa. Era una gran ayuda porque yo no soy pensionada, a pesar de que trabajé toda mi vida, nunca fui derechohabiente porque al tener que trabajar menos horas porque estaba encargada de mis hijos, ningún patrón me respetó los derechos laborales”, precisó.