
(Foto: Hugo Salvador)
Antes de las 14:00 horas, cita programada para el arranque del desfile, cientos de familias y grupos de amigos ya estaban apartando su lugar sobre la acera de Paseo de la Reforma.
Jesús Román, disfrazado de Lucifer, llegó desde Tultitlán, a las 11:00, para agarrar buen lugar.
“Día de Muertos es México, las catrinas es México. Abracen sus culturas, vengan a México, es de los pocos países que somos completamente hermanos y nos encanta mostrar nuestra cultura, lo que amamos. Es más, el hecho de ser tan solidarios es parte de nosotros y lo que nos inculcaron de pequeños”, expresó.
Y sí, cientos de extranjeros, incluso maquillados, se paseaban junto con los mexicanos para encontrar el mejor lugar. De Sudamérica, Europa y Estados Unidos. De todos lados hubo representación.
Para la señora Julia fue su primera vez en observar el evento y lo hizo con su hermana y sobrinos, para ver exactamente cómo “se pone el ambiente”. Y lo disfrutó.
A las 14:15 hora, en la puerta de los Leones, la jefa de Gobierno, Clara Brugada, dio el banderazo.
Para ese momento ya era casi imposible moverse libremente.
Las comparsas hicieron presencia con un ajolote, garbanceras, mariposas y más.
También los alumnos de los diferentes Pilares participaron y amenizaron con disfraces y música.
Cada grupo musical o carro alegórico era recibido con centenares de celulares, aplausos y gritos de los asistentes. Y a los costados del Paseo de la Reforma, maquillistas instalaron sus mesas de trabajo.
En el Zócalo, la parada final, los centenares que estaban observando la megaofrenda también disfrutaron del arribo de los contingentes.