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Ubicado en Avenida Constituyentes, en la alcaldía Miguel Hidalgo, también este 1 de noviembre se observó la otra parte, aquellos aposentos que permanecen en el olvido, y que abonan al silencio que se percibe cuando caminas por los pasillos.
“Vinimos un rato, es recordarlos y no olvidar a quien fue familia”, señaló Tomás Sánchez, quien visitó a su tía que yace ahí desde hace 30 años. Hay que inculcarle a las nuevas generaciones que no se olviden de los muertos; aunque sea una flor, agua limpia, una barrida para que no se vea descuidada. Ellos ya no están, pero descansan aquí y hay que ser respetuosos”, expresó Tania Gómez.
No faltaron los familiares que llevaron su bocina para poner las mejores rolas que eran del gusto de su difunto otros que optaron por la banda o el mariachi, incluso quienes en familia organizan comida para degustar en compañía de quien no está físicamente, pero se recuerda con cariño.
En el Estado de México, también el amor y respeto a los muertos se hicieron presentes.