Divorcio sin conflicto: Cómo la mediación familiar facilita la liquidación de bienes

El amor entre René y Mayra se acabó tras cinco años de matrimonio. No procrearon hijos, tenían acuerdos previos sobre sus bienes y, aunque distanciados, tenían una comunicación fluida y cordial, por lo que no se avizoraba conflicto.

Para su divorcio, acudieron al juez familiar, quien declaró disuelto el matrimonio, pero dejó pendiente la liquidación de bienes, para resolverse mediante un incidente.

René y Mayra convinieron que la liquidación de bienes sería por mediación familiar, que presta el Centro de Justicia Alternativa del Poder Judicial de la Ciudad de México, y cuya sede se ubica en Niños Héroes 133, colonia Doctores, alcaldía Cuauhtémoc.

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Un amigo de René le recomendó el servicio y le dijo que la ventaja de la mediación familiar era que las partes participan en la solución de un diferendo, y que el resultado, el convenio tenía la fuerza legal de una sentencia.

Luego de solicitar el servicio, el CJA asignó un mediador familiar, y en la primera sesión, este planteó contar con el inventario de bienes que generó la pareja en su matrimonio, para saber qué se iba a mediar.

A un departamento, una casa, dos vehículos y el menaje del depa ascendía el patrimonio de ambos; una vez que ambos validaron ante el mediador familiar que no existían más bienes, se acordó una segunda sesión, para una propuesta de repartición.

René y Mayra presentaron una propuesta única, pues desde que adquirieron cada uno de sus bienes, sabían que, bajo el régimen de sociedad conyugal, les tocaban partes iguales.

De manera proporcional se asentó la repartición, cuya firma de René y Mayra selló, ahora sí, el fin de su relación, cordialmente, gracias al servicio de mediación que brinda el CJA, a través de un mecanismo de justicia alternativa que brinda seguridad jurídica a cada una de las partes.