FUE UNA DE LAS FUNDADORAS EN 1957
A Doña Conchita el sismo le arrebató todo lo que tenía en Tlalpan
El pasado 6 de julio doña Conchita murió con el dolor de haber perdido su casa
Foto: Archivo El Gráfico
Hay muchas formas en las que un temblor te puede arrebatar la vida. A Conchita González Rodríguez, por ejemplo, el terremoto de 7.1 grados, ocurrido el 19 de septiembre de 2017, se la quitó poco a poco, lentamente. Día tras día.
Además de perder el departamento que inauguró en 1957, con el sismo se derrumbaron sus ganas de vivir, la seguridad de tener una casa propia y el vínculo que tenía con la realidad. Fue tan grande el dolor de perder su casa, que Conchita González inconscientemente prefirió olvidarla. Para ella, el sismo del 19-S nunca pasó y más aún, ella jamás vivió en uno de los edificios del Multifamiliar de Tlalpan donde estuvo por 60 años.
“Fue tanto el impacto de lo que vivió y sintió ese día, que decidió bloquearlo”, dice Estefanía, quien a un año del temblor recuerda los primeros meses después de que a “Lelita” –como le decían de cariño a su abuela– la tuvieran que bajar por las escaleras del edificio 3B, mientras se aferraba al marco de su puerta para no abandonar su departamento.
REALIDAD
A raíz del temblor, dejó de caminar. Al llegar a la casa de Estefanía, donde se hospedó los siguientes meses, todavía podía ponerse de pie “y medio caminaba. Pero el día que le cayó el veinte de que había perdido su casa, lloraba por ella. Le reclamaba a Dios lo que estaba pasando. Ya no se levantó. Incluso, por el miedo se cayó y se fracturó la muñeca. Se hizo chiquita, flaquita”.
El 6 de julio de 2017, a los 98 años de edad, doña Conchita pasó a formar parte de las cifras: en el Multifamiliar de Tlalpan, 17 adultos mayores han fallecido a la espera de regresar a su hogar. “Lelita” partió de este mundo con amor, rodeada de rosas y música de Juan Gabriel.