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Por Dara García y Diego Montesinos
“El negocio tiene unos 50 años de historia y todo comenzó con doña Tere, que es mi madre, un comal y un pequeño brasero que puso en la acera”, cuenta don Ángel a la banquetera.
De camino hacia el lugar, lo primero que vas a notar es el delicioso aroma de los guisados que se percibe aun estando a varios metros del local.
Al fondo, está el señor Ángel preparando la masa, azul y blanca, para después pasarla por una pequeña máquina de tortillas con la que le dará forma a estos colosales antojitos.
Puedes preparar tus quesadillas con tres guisados más el quesillo, aquí las hay de pollo, chicharrón, picadillo, tinga de res, pancita, huitlacoche, flor de calabaza, chorizo con papa, choriqueso bistec y campechanas.
En el momento en el que le clavas el diente, tu paladar percibe la explosión de sabores de cada uno de los guisados, que tienen toque casero.
Niños con uniformes, mujeres con bolsas de mandado y uno que otro grupo de familia son los comensales que en esta ocasión degustan una quesadilla de doña Tere.
A pesar de que este rinconcito es conocido por los “quesadillones”, aquí también te pueden despachar huaraches, sopes y gorditas, obvio todos con ese sazón especial del lugar.
Si estás a dieta y solo te quieres quitar el antojo, puedes pedir una mediana, que mide 50 centímetros y la preparan con dos guisados y quesillo, el que no puede faltar. Ya sabes, si quieres comer rico y con un sazón casero, no dudes en visitar las “Quesadillas Gigantes Doña Tere”.
Todo comenzó 50 años atrás con doña Tere, que es mi madre, un comal y un pequeño brasero que puso en la acera”.
Don Ángel Hijo de doña Tere, creadora de dicho manjar.
LA QUESADILLA de tres ingredientes, esto es,dos guisados y una buena porción de queso.
(Fotos: Diego Montesinos)
Pide la versión más grande del menú, la cual mide 80 centímetros.
Calle Francisco I. Madero #42, Barrio de Santa Crucita, centro de Xochimilco.
