ENIGMAS
¿En verdad existen los duendes y hay varios en México? Esto es lo que sabemos
(Foto: Especial)
En San Miguel Regla, en el estado mexicano de Hidalgo, existe un lugar muy especial: el Museo de los Duendes. Cientos de personas, tanto de México como de otros lugares del mundo, viajan hasta esta bella región de nuestro país para descubrir las pruebas de la existencia de estos espíritus de la naturaleza.
Muchos niegan que los duendes sean entidades reales, pero quienes visitan el museo se marchan, como mínimo, con dudas, debido a todo el material que allí ha reunido a lo largo de los años su fundadora, Cristina Cortés de Herwig, y el investigador local y quien fuera director del museo, Librado Lugo.
Cristina Cortés, autora del libro “Duendes, con las crines en la mano”, se percató, en su propio rancho, de que algunos de sus caballos amanecían en la mañana con elaboradas trenzas e incluso con lo que llaman columpios, que son dos trenzas unidas en una tercera, formando una especie de columpio en el que montarían, según las leyendas locales, estos seres.
Además de todo lo que ella vivió en su propiedad, con el paso del tiempo fue reuniendo pruebas que le aportaban otras personas, esas mismas elaboraciones en las crines de otros muchos caballos, todas ellas están expuestas en el Museo de los Duendes e impresionan, porque no es que el pelo de los caballos se haya enredado como consecuencia de sus movimientos, es como si alguien, con delicadas manos, realizara estas labores.
En la región aseguran que, cuando en la mañana, “los caballos amanecen sudados y cansados, es porque los duendes se han dedicado a corretearlos durante la noche”, explica la guía del museo. Según Cristina, los duendes serían seres compuestos de energía que habitarían en la cuarta dimensión pero que tienen la capacidad de manifestarse en nuestro mundo.
En el museo explican que se trataría de seres pacíficos pero que, igualmente, pueden resultar un tanto traviesos y dedicarse a cambiar objetos de sitio. Añaden, también, que estos seres no atacan si no se sienten atacados, y que principalmente se enojan si las personas que visitan el municipio arrojan basura en sus bosques o pronuncian palabras malsonantes.
Víctor Ávila, guía local que tuvo a bien acompañarme en mi visita, me explicó que ha tenido casos de personas que no creen en los duendes que al llegar al bosque, en la noche, han retado a estos seres y “en concreto una señora tuvo que ser atendida por los servicios de emergencia, con un ataque de ansiedad, porque un duende se le había aparecido en su forma física y fue demasiado para ella”.
Igualmente, Agustín Lugo, dueño del restaurante ‘Mi Casa’ en el Bosque de las Trucas de San Miguel Regla, me estuvo platicando que es habitual en esta zona el encuentro con estos seres y que no solo hacen trenzas a los caballos, también incluso a los seres humanos, ya que a niñas de su familia les había ocurrido.
Además, debemos tener en cuenta que esta zona es lugar habitual de avistamiento de objetos voladores no identificados, quizá porque este fenómeno se siente atraído por la presencia de minerales y aquí se encuentra la mayor concentración a nivel mundial de obsidiana.
En definitiva, se trata de un lugar recomendado para los amantes de estas temáticas, ya que tendrán la oportunidad de observar las pruebas de la existencia de los escurridizos duendes y visitar, igualmente, maravillas de la naturaleza. Y si me preguntan si yo pude ver duendes durante mi visita… No los vi, pero sí tomé fotos muy extrañas en el llamado Árbol de los Deseos.