“El Vigilante”: La millonaria inversión del Edomex que terminó sin ley ni seguridad

A poco más de tres años de su inauguración, la escultura “El Vigilante” y su parque aledaño se han convertido en una verdadera “jungla” sin ley, ni seguridad.

Diseñado para recuperar y embellecer el camellón de la Autopista México-Pachuca, las luminarias de la estatua y del puente de acceso al espacio recreativo han sido saqueadas y vandalizadas, los juegos infantiles están cubiertos permanentemente de aguas residuales, no sólo en temporada de lluvias. 

Pese a que la escultura tuvo un costo de 7 millones de pesos y el parque otros 4 millones, la zona se encuentra en el abandono, pues ni los habitantes de las colonias Urbana Ixhuatepec, Ecatepec, ni de Colinas de San José, Tlanepantla, lo visitan. 

“Quien va a querer meterse ahí, está lleno de agua sucia y los juegos destruidos, a veces están ahí los vagos moneándose ¿usted cree que dan ganas?”, aseguró un comerciante frente al lugar.

¿ACUÁTICA?

Durante un recorrido en la zona, se pudo apreciar que al pie de la base de la escultura hay una coladera de donde continuamente fluyen aguas del drenaje, lo que ha propiciado el crecimiento de vegetación propia de una jungla.

Una placa con los nombres de Enrique Peña Nieto y Eruviel Ávila Villegas —presidente y gobernador, respectivamente— da cuenta de la inauguración del espacio en marzo de 2016, pero ahora se encuentra rodeado de agua pestilente.

Los carriles confinados de la Línea 4 del Mexibús, construidos al costado derecho del área, tampoco son utilizados por el riesgo que representa para las unidades.

El puente de acceso —de unos 400 metros de largo— carece de vigilancia y sin iluminación, lo que lo ha convertido en un espacio propicio para la delincuencia.

EL GRÁFICO solicitó su postura al gobierno del Estado de México, pero no hubo respuesta.