EN SANTA ROSA

¿Sabías que existen los santos paranormales? Sus restos reposan en un misterioso convento

¿Sabías que existen los santos paranormales? Sus restos reposan en un misterioso convento

¿Sabías que existen los santos paranormales? Sus restos reposan en un misterioso convento (Foto: Especial)

Al día 06/11/2022 13:46 Yohanan Díaz Vargas Actualizada 13:46
 

Estos días he tenido la oportunidad de visitar la ciudad de Lima en Perú, un lugar que esconde muchos rincones cargados de misterio. Uno de los que más me llama la atención es el actual convento de Santo Domingo, en el centro histórico. Dicho convento alberga los restos de tres santos de Lima: Santa Rosa de Lima, San Martín de Porres y San Juan Macías. Curiosamente, estos tres santos son muy conocidos a nivel mundial por sus supuestas capacidades paranormales. 

En el caso de Santa Rosa de Lima, quien vivió en el siglo XVI, se decía que ejercía un poder especial sobre las flores, que olían más a su paso y que se inclinaban ante ella. Además, se mortificaba con penitencias tan extremas como llevar una corona de espinas o dormir sobre piedras y cristales rotos.

Aunque los éxtasis, esto es, los trances místicos en los que entran los santos durante el rezo y la meditación, suelen durar poco tiempo, en el caso de santa Rosa de Lima estos episodios tenían, según afirmaron sus contemporáneos, una gran duración. En sus visiones contemplaba a Catalina de Siena –a quien profesaba una gran admiración-, a la Virgen María y hasta al mismísimo Jesucristo, que le habría pedido, según ella, que fuera su esposa mística.

Manifestaban los testigos de sus éxtasis que su cara irradiaba luz cuando caía en estos trances, característica que para profesionales como el neurólogo Charles Feré estaría relacionada con la histeria, pues, al parecer, se ha llegado a observar este tipo de luminiscencias en mujeres con síntomas de este tipo. Como en otros muchos santos, en santa Rosa de Lima también se condensan otros prodigios, como predecir la fecha de su muerte, el 16 de agosto de 1617.

El caso de San Martín de Porres también conocido cariñosamente como “fray escoba”, también es fascinante. Él nació en 1579 y tenía rasgos negroides. A los 23 años ingresó en el convento para ayudar en la limpieza y en la enfermería. Y aunque murió a los 60 años, al parecer sin llegar a salir del convento, sí que viajó a otros lugares mediante el don de la bilocación.

En las comisiones de investigación que la Iglesia inició con el fin de esclarecer estos fenómenos, fueron muchos los testigos que declararon haberle visto evangelizando en enclaves tan distantes de Perú como China, Filipinas o Japón. También son famosos sus vuelos místicos o levitaciones. 

Aseguran que, cuando estaba orando, estaba tan abstraído que se elevaba, en la misma posición en la que estaba rezando. Algunos frailes contemporáneos a él explicaron que, de noche, en alguna ocasión que entraron a rezar a la capilla, se golpearon con algo en la cabeza; al prender veladoras descubrieron que eran los pies de San Martín de Porres, que estaba levitando durante la oración. 

San Juan Macías, de origen español, sentía una profunda devoción hacia los pobres. Todavía se conserva en el convento de Santo Domingo la cesta con la que salía a repartir comida. Aseguran que cuando el santo bendecía los alimentos en esta cesta, por muchos pobres que llegaran, nunca se acababa la comida. Junto a la tumba de cada santo, hay una urna de peticiones que está llena de mensajes de cientos de personas que buscan el favor de estos santos.

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