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En Estados Unidos, la fecha de cumplimiento de esta norma es un año después de la entrada en vigor, para brindar a las empresas la oportunidad de reformular, reetiquetar y agotar el inventario de productos que contienen BVO antes de que la FDA comience a aplicar la norma final.
El BVO está relacionado con daños en el sistema nervioso, dolores de cabeza, irritación de la piel y las mucosas, fatiga y pérdida de coordinación muscular y memoria. Además, este ingrediente puede acumularse en el organismo con el tiempo.
Uno de los daños detectados en algunas investigaciones que llamaron la atención de la FDA desde el año pasado son los efectos tóxicos del aceite vegetal bromado sobre la glándula tiroides, responsable de producir hormonas fundamentales para la regulación de la presión arterial, el ritmo cardíaco, la temperatura corporal y el metabolismo.
En Europa, India y Japón este aditivo está prohibido, y desde octubre pasado las 90 bebidas que contienen el BVO en Estados Unidos ya no se puede vender en California.
En México no existe regulación o prohibición alguna sobre el uso de este dañino aditivo, pero su presencia se puede identificar en las etiquetas de las bebidas de sabores cítricos o en las isotónicas que se utilizan para favorecer la hidratación de los deportistas.
En las etiquetas de los productos se puede encontrar el aceite vegetal bromado como Ácidos Grasos Bromados, Brominated Vegetable Oil, AGB, AVB, BVO o con el código E443.