Estudiante de la UNAM identifica a agresores por redes sociales

Por Miroslava Callejas

El pasado 3 de septiembre, la rectoría de CU fue ensombrecida por el ataque de figuras que, históricamente, han sido el cáncer de la tranquilidad de la comunidad universitaria: Los porros.

Alumnos se manifestaban pacíficamente en la explanada cuando fueron embestidos por un grupo porril de unos 40 sujetos, quienes a su paso dejaron una violencia inimaginable,que dejó heridos a dos estudiantes de gravedad.

Pero ¿qué pasó con el resto? ‘Karl’ un alumno de la Facultad de Filosofía y Letras, fue uno de los que participaron en la protesta y resultó golpeado por, al menos, ocho sujetos. “Era una marcha pacífica, incluso se pidió a los más radicalizados que fueran calmados, trabajamos para que la universidad no dijera que fuimos a hacer un desmán” dijo en entrevista con El Gráfico.

El muchacho, con costras en las manos y una cortada en el labio que evidenciaban la brutal golpiza, narra la emboscada: “Al comienzo del mitin, se leyó el pliego petitorio del CCH Azcapotzalco y se pide a la familia de Miranda que pasara a dar su testimonio, a la par sobrevoló un helicóptero de la policía de la Ciudad de México, cosa super extraña, y segundos después comenzó el ataque con el grito de ‘ahí viene los porros’ y la banda corrió literalmente por su vida”.

‘Karl’, que ha sido nombrado así por motivos de seguridad, comentó que los porros venían armados con palos, piedras, bombas molotov, botellas “Tratamos de huir, hubo bandita que que se fue quedando y que fueron víctimas de la golpiza brutal, que eran intentos de homicidio, que era lo más claro”.

“A mí me patearon ocho tipos, me emboscaron, yo trataba de ayudar a mis compañeros; me tumbaron un diente, literalmente me deshicieron la nariz y lo más triste es el grado de humillación y vejación que estaban buscando” dijo el joven con una evidente voz de indignación por los hechos.

El estudiante pudo identificar a sus agresores gracias a las fotos que rondaron en redes sociales “los reconocí al momento”, pero aún no logra dar con el señor que, con su cuerpo, lo protegió para que sus atacantes no lo mataran a golpes “el don arriesgó el pecho, no sé si haya sido seguridad, si haya sido periodista o quien tiznado sea, pero hizo lo que no hizo Graue, lo que no hizo Licona de detener a estas personas, y se lo agradezco enormemente”.

Minutos después del ataque, ‘Karl’ estaba en ‘shock’ y fue levantado por compañeros en vilo, que le pedían que corriera, y en ese preciso momento llegó una ambulancia y fue trasladado al servicio médico de la universidad, junto con Naomi, Emilio y Joel, quienes fueron atacados salvajemente: “Tristemente en servicios médicos, no me hicieron ningún chequeo porque estaba más graves ellos, nadie sabía si me habían deshecho la cabeza a patadas, me pasaron rápido al odontologo y me hicieron el servicio dental para reparar mi diente, es indignante también ver que servicios médicos no tengan la capacidad médica para ese tipo de contingencia cuando la universidad alberga unos 300 mil estudiantes y unos 100 mil profesores”.

En cuanto a las denuncias, ‘Karl’ comentó que sí hay un proceso legal “lo que pedimos es que no se trabaje por encima, sino que se haga un rastreo real de quienes son los autores intelectuales, que generalmente son los llamados delincuentes de cuello blanco, estos grupos de poder quienes los manejan realmente”. Respecto a que sí la UNAM le ha dado seguimiento a su caso, comentó que “jurídico lo iba a buscarme en algún momento, pero hasta el momento no ha pasado nada”.

Sin embargo, no pierde la esperanza que esto termine y sigue apoyando al movimiento estudiantil “lo que busco es que no tengamos que vivirlo de nuevo, que no lo tengan que vivir otras personas, de nada sirve que a mí me protejan expulsando 18 jóvenes que ni sabemos si son realmente los agresores y yo no espero que Graue renuncie, sino que resuelva esto y los más de cien casos no resueltos aquí en la universidad que necesitan investigaciones más complejas”.