Fabricantes de banderas mexicanas se mantienen firmes pese a invasión de productos chinos

Los colores verde, blanco y rojo de  la bandera nacional  cobran otro significado cuando se trata del sustento de una familia, no sólo porque desde hace una década se dedican a hacerlas, sino porque les  da identidad, dicen los trabajadores de un taller en San Pedro Totoltepec.

Para el señor Abdiel, el jefe de la familia y dueño del negocio, dedicarse a la fabricación de las banderas es un orgullo que siempre quiso inculcar a sus hijos.

Lo más importante, dice, es tener el detalle preciso al momento de pintar el escudo nacional. No es fácil lograr la mezcla de colores que brinden los tonos perfectos para que al momento de ondear la bandera luzca elegante.

Su taller se encuentra  al norte de la capital y forma parte de las pocas naves que aún se mantienen activas, cada vez hay menos familias en el negocio, según Abdiel, muchos  perdieron la batalla frente a la entrada de productos chinos, que aún sin cumplir los estándares de calidad o  especificaciones de   Gobernación, se ofertan  a precios   más económicos.

“La entrada de banderas chinas ha ganado la pelea, su costo   puede ser hasta 20 pesos más económica que las  nacionales,  pero eso a nosotros no nos ha retirado de la industria, seguimos trabajando en todo el proceso de producción”, afirma.