Familias viven a la orilla del peligroso Río Lerma, pero no por gusto sino por la pobreza

ESTADO DE MÉXICO.-Las personas que construyeron su casa a la orilla del Río Lerma, desde San Gaspar Tlahuelilpan —en Metepec— hasta San Pedro Tultepec —en Lerma—, viven conscientes del riesgo que significa habitar en el cauce del afluente, que actualmente se encuentra al 85 por ciento de su capacidad y podría desbordarse si continúan las lluvias.

Vecinos ya colocaron costaleras para prevenir que el agua llegue a sus viviendas que son el único inmueble que tienen, por lo que admiten que no se irán a otro lugar aunque están en riesgo.

Algunos habitantes en San Gaspar reconocieron que, debido al nivel del agua en la zona, ya no utilizan el primer piso de sus domicilios, pues la humedad provocada por la anegación es insoportable; esas construcciones son heladas e insalubres, de manera que todo lo han trasladado al segundo nivel.

Los pobladores saben que cada año durante la temporada de lluvias podrían inundarse sus casas con el agua sucia que, en casos pasados, ha dejado inservibles sus muebles, la ropa y los electrodomésticos.

Sin embargo, coinciden en que “no tenemos a dónde ir, así que mejor arreglamos nuestra casa, la pintamos, la ponemos presentable y esperamos que haya suerte y no pase a mayores”, comentó uno de los residentes en San Gaspar.