Hay quienes piensan que existe alergia al ejercicio, pero la verdad es que esto es un mito o una excusa para no empezar a correr o a hacer cualquier tipo de actividad física. Lo que sí puede suceder es que se detone algo desconocido para nosotros, por lo que debe ponerse atención en el asunto.

“No es que exista una alergia al ejercicio. Muchas veces hay pacientes que cuando sudan desarrollan urticaria o bien son asmáticos y en el momento del ejercicio es cuando empiezan a respirar con dificultad, se cierran las vías respiratorias y pueden tener una crisis, pero no es que exista una alergia al ejercicio. La gente ya no sabe qué decir, con tal de no ir al gimnasio”, aseguró el doctor Francisco Javier Saynes Marín, presidente de la Sociedad Mexicana de Otorrinolaringología y de Cirugía de Cabeza y Cuello (SMORLCCC).

Ante una crisis así recomienda ubicar qué lo detonó; normalmente es el asma, la urticaria o la alergia a algún alimento, siendo esta última la causa más frecuente que se presenta en los pacientes. 

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El alimento es la causa más común de las alergias en los deportistas y puede generarse dentro de las dos horas antes o dos horas después del ejercicio.

La alergia alimentaria puede iniciarse en cualquier momento de la vida, aunque es más habitual durante los primeros años de vida. 

La leche y el huevo son los alimentos que originan más sensibilización, por lo que es recomendable no consumir ese tipo de alimentos antes de una carrera o después de una sesión de ejercicio. 

De acuerdo a los especialistas, las alergias pueden ser de diferentes tipos, en función de la sustancia que origina la sensibilización (reacción alérgica). “Es frecuente que las personas puedan ser sensibles a productos ambientales con síntomas respiratorios, y alimentos con síntomas digestivos y generalizados”, agregó el especialista.

En el caso del ejercicio, es frecuente que esté relacionada con proteínas de diversos alimentos que están en la capa externa de muchos vegetales (hojas, piel, cáscaras), que es la proteína de transferencia de lípidos (LTP).

Cambio climático

Otro aspecto que ha detonado muchas alergias es el cambio climático. Ha generado un aumento de casos en la población, sobre todo rinitis alérgica y asma, afectando la calidad de vida de las personas y su posibilidad de ejercitarse, que siempre es recomendable.

“En el caso de la rinitis alérgica, el padecimiento se relaciona directamente con los fenómenos de polinización que normalmente se presentan al inicio de la primavera, y que ahora se observan desde principios de febrero y se prolongan hasta junio y julio, lo cual genera los cuadros de alergia”, agregó el especialista.