Gerente de banco terminó siendo taxista y ya hasta se jubilará, en la Ciudad de México

CIUDAD DE MÉXICO.- Llegamos juntos y nos vamos juntos, así se refiere Ernesto Ramírez a su taxi modelo 2012.

En el año 2010, fue liquidado de su trabajo en una empresa privada: “Tenía yo 50 años y nadie me quiso contratar por mi edad, así que, dos años después, compré unas placas de taxi, pinté mi auto de taxi, era un modelo 2012 y me puse a trabajar”.

“Al principio me daba un poco de pena, porque pues yo era gerente de un banco, pero me la aguanté y con el paso del tiempo le tomé el sabor, el gusto”.

Ernesto explica el por qué le gusto manejar el taxi: “somos como psicólogos, a mi taxi se sube gente de todo tipo, con licenciatura, con apenas la primaria, pero con historias, buenas, regulares y malas, pero todas ellas me hacen reflexionar en que no todo es malo para mí”.

Ernesto cuenta que le ha tocado llevar pasajeros a hospitales, fiestas, a su casa... en fin: “durante el camino a su destino, me cuentan sus historias, unas alegres, otras tristes, las cuales escucho con atención y dada mi edad, hasta me atrevo a darles consejos”.

Asegura que en muchos casos se ha visto identificado y eso le hace bien.“Por otro lado, manejar, con todo y lo complejo que es nuestra ciudad, me sirve como terapia, porque siempre estuve encerrado en mi trabajo”.

Pero ya la edad útil de su auto y la suya (62 años) “ha llegado al momento de la jubilación, así que el próximo año ya no voy a pasar revista con el coche. Lo voy a sacar, ya no voy a manejar, voy a rentar mis placas, el coche y yo llegamos juntos y juntos nos iremos”, así termina su relato Ernesto Ramírez.

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