Al medio día de ayer, el gobierno de Quintana Roo informó que Beryl dejó saldo blanco en la ciudad que lo recibió, pero, así como la familia de Melicia, decenas de personas en zonas vulnerables perdieron sus techos, paredes, puertas y ventanas que difícilmente pueden costear con sus sueldos.
“El ojo del huracán pasó por mi casa y nos iba a comer”, grita Abraham. El niño de cuatro años ayudó a su mamá a envolver la jaula de sus pollos y gallinas con una malla anticiclónica, a meter a sus gatitos en cajitas y a amarrar a sus perros dentro de su verdulería para evitar que su vida corriera peligro.
Laura Velázquez Alzúa, coordinadora nacional de Protección Civil, informó que el paso del huracán Beryl con categoría 2 sobre Quintana Roo, tuvo saldo blanco.
La titular de Protección Civil detalló que tras los recorridos hechos tras el paso del huracán se reportaron daños menores, como árboles caídos, afectaciones al servicio de electricidad, la cual, indicó trabajadores de la Comisión Federal de Electricidad (CFE) laboraban para su restablecimiento. Indicó que las 2 mil personas que habían acudido a 58 refugios que se habían habilitado se retiraban y que se estaba restableciendo la normalidad, pero para familias como la de Melicia esto no será fácil. Tampoco hubo rapiña.
Ahora nos quedamos sin nada. No tenemos recursos. No vamos a poder estar una semana sin dinero mientras nos recuperamos”, mencionó Juan Pablo Canulte, habitante de Tulum.