Huracán Otis marco el fin de un amor y el inicio de una pensión en la CDMX

El huracán “Otis” marcó la vida de Estela y Luis. Oriundos de la capital, por separado llegaron a vivir a Acapulco hace algunos años, para trabajar en la industria turística.

Cuando se conocieron, él era electricista y ella cocinera en un hotel de la costera; luego iniciaron una relación que dio como fruto un hijo.

Todo estaba bien, pero vino ‘Otis’ y acabó con su estabilidad.

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Sin dinero y sin oportunidades, regresaron a la capital, pero nada fue igual y acordaron separarse; ella, con su hijo, encontró refugio con familiares. Él encontró un empleo, pero para la manutención de su hijo era muy irregular.

Estela acudió a los juzgados a solicitar a Luis una pensión alimenticia; en el edificio le comentaron que podía hacerlo a través de la mediación, sin litigio de por medio, en el Centro de Justicia Alternativa (CJA) del Poder Judicial de la CDMX, de forma gratuita, con acuerdos plasmados en un convenio cuya fuerza legal es la de una sentencia.

Estela acudió al CJA. El servidor público que la atendió confirmó que la pensión alimenticia era mediable, pero además le planteó la conveniencia de incluir en el convenio la guarda y custodia.

Ella proporcionó el correo electrónico de Luis para girarle invitación a mediar. En la primera cita, Estela reprochó a Luis no haberse hecho cargo de la pensión alimenticia; él explicó que su prioridad había sido estabilizarse económicamente.

En esa sesión, resolvieron el aspecto de la guarda y custodia de su hijo en favor de ella.

En una segunda cita, Luis aportó los datos de la empresa donde trabajaba para que se le descontara el pago de la pensión alimenticia, y al final, acordaron sobre sus visitas de fin de semana y vacaciones con su hijo.