BINOCULARES: La inseguridad en el transporte público sigue amenazando mujeres y es mortal

PERMISO PARA DESQUICIAR. Una vez más, los personajes embozados que dicen formar parte de la Federación de Estudiantes Campesinos Socialistas impidieron la circulación en una zona importante de la zona céntrica de la Ciudad de México. 

Hace unas semanas, cerraron durante un día el cruce de Reforma e Insurgentes, justo cuando en el Senado se debatían las modificaciones constitucionales para prolongar la presencia del Ejército en las calles. Esas personas, que llegan en autobuses nuevos, piden que se entreguen recursos a las normales rurales. Para mala fortuna de quienes tienen que acudir al trabajo, de compras, a cumplir trámites, tienen permiso de alterar la vida de miles.

VIGILANTE DORMIDO. Compareció, de manera virtual, ante el Congreso de la Ciudad de México el contralor Juan José Serrano Mendoza. Diputados de oposición le reprocharon que no combate la corrupción, que protege al gobierno capitalino, pero él siempre tuvo otros datos, o no respondió a las preguntas y prometió enviar contestación por escrito. 

Por ejemplo, el perredista Jorge Gaviño quiso saber cuánto dinero ha recuperado el gobierno de contratos otorgados de manera indebida o actos de corrupción y el funcionario dijo que él no lo sabía porque no es su atribución, aunque una contraloría revisa precisamente que la administración responda a las disposiciones legales.

MUERTE EN TAXI. Otra joven fue asesinada tras salir de un bar y abordar un taxi; otra murió al lanzarse de uno de los miles de autos pintados como taxi que no están registrados y trabajan de manera irregular. La inseguridad en el transporte sigue amenazando a hijas, madres, hermanas de alguien, sin que las autoridades, muy feministas, muevan un dedo.