AL BASURERO

El trabajo que se hizo durante el proceso electoral en el Instituto Electoral de la Ciudad de México, y el que durante años realizaron diferentes consejeros que en su momento lo integraron velando por la democracia en la capital del país, fue llevado al basurero por el consejero Bernardo Valle, apoyado por la Consejera Presidenta Patricia Avendaño, además de los consejeros Sonia Pérez y Ernesto Ramos. Con la camiseta bien puesta de Morena, estos cuatro consejeros decidieron entregarle en la mesa a Morena siete curules que el partido no ganó en las urnas, con lo que junto con sus aliados logran una mayoría aplastante. El ‘mapachismo’ electoral ahora operó en lo que llaman la herradura democrática del IECM. 

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DEFENSORAS

Mención aparte merecen dos mujeres consejeras: Carolina del Ángel y Erika Estrada. La claridad de sus argumentos y su postura apegada a la legalidad les valió ser atacadas no solo por la Presidenta del IECM, Patricia Avendaño, sino también por el consejero Ernesto Ramos Mega, quien a lo largo del proceso electoral extrañamente se volvió muy cercano a Morena, al grado de que al final decidió atacar a sus pares por argumentar en defensa de la legalidad y contra los abusos del resto que borran de un brochazo cualquier rastro de la oposición, pues tendrán 43 votos a solo uno de la mayoría calificada.

LOS TRAMPOSOS

Por cierto que los diputados que iniciaron con las trampas para que Morena se quede con la mayoría en el Congreso y pidieron al IECM, a través de un ‘machote’ que los siete utilizaron, que tomaran sus triunfos por un partido diferente al guinda son: Gerardo Villanueva, de Coyoacán; Víctor Varela, de Iztapalapa; Juan Estuardo Rubio, de Iztapalapa; Alejandro Carbajal, de Azcapotzalco; Israel Moreno, de Venustiano Carranza, Iliana Ivón Sánchez, de Cuauhtémoc, y María del Rosario Morales Ramos, de Álvaro Obregón.