Descuido de albañiles repercutió en problemas legales para quien los contrato, en CDMX

Misael contrató a unos albañiles para dar mantenimiento a la azotea de su casa; por accidente, estos salpicaron hacia la calle impermeabilizante rojo, el cual cayó en el carro de Joaquín, un vecino, causando daños a la pintura y cristales.

Llevaban años de ser vecinos, pero la relación entre Misael y Joaquín se limitaba al saludo.

Joaquín, sabedor de que los daños a su auto se derivaron de estar estacionado en el lugar que corresponde a Misael, no se atrevió a reclamarle, pero lo denunció por daño a la propiedad, y fue citado para una audiencia ante un juez de control.

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Misael enfureció y estuvo a punto de ir a reclamar a Joaquín su proceder, pero fue persuadido por su familia “para no generar un problema en grande” con el vecino.

Así, Misael se presentó a la audiencia ante el juez, quien al analizar la naturaleza del delito decidió remitir el caso al Centro de Justicia Alternativa (CJA) del Poder Judicial de la Ciudad de México (Niños Héroes 133, colonia Doctores, alcaldía Cuauhtémoc), a fin de llegar a un acuerdo reparatorio.

Personal del CJA les explicó en qué consistía el servicio de facilitación penal: su aplicación para delitos no graves.

 Al fluir el diálogo, el facilitador penal los llevó a un acuerdo. Misael preguntó cuánto debía pagar y le informaron que 5 mil 500 pesos y que pagaría en dos días, a fin de acabar con el embrollo. Joaquín le brindó su clave interbancaria y, en esos términos, signaron la reparación del daño.

Así, uno de los vecinos libró el proceso penal, y el otro obtuvo la reparación íntegra del daño a su propiedad. Ambos se estrecharon la mano y expresaron su convicción de llevar una mejor relación vecinal.