DELITO DE IMPACTO
¿La extorsión, crimen silencioso en México? Esto dice especialista
El “cobro de piso” perpetrado contra campesinos por cada metro cuadrado de siembra, “puede considerarse la fase superior de la extorsión
¿La extorsión, crimen silencioso en México? Esto dice especialista (Foto: Crisanta Espinosa, Cuartoscuro)
El “cobro de piso” perpetrado contra campesinos por cada metro cuadrado de siembra, “puede considerarse la fase superior de la extorsión
La extorsión y cobro de piso es un delito que ha ampliado su mancha a todo el territorio nacional, donde la gente que busca ganarse la vida a través de su trabajo es amenazada por grupos delincuenciales para quitarles parte de sus ganancias a cambio de no hacerles daño a ellos, sus familias, sus clientes o sus negocios, pero esto casi no se denuncia por miedo.
Facundo Rosas, ex comisionado General de la Policía Federal, advierte que el “cobro de piso” perpetrado contra campesinos por cada metro cuadrado de siembra, “puede considerarse la fase superior de la extorsión, al ser una acción muy difícil de denunciar ante el Ministerio Público y aún más complicado probar ante un juez que fueron objeto de un hecho señalado por la ley como delito, puesto que la tierra ni siquiera ha sido sembrada y mucho menos producido alguna mercancía comercializable y con un valor monetario” y aseguró que el 99.83 por ciento de los casos no se denuncia.
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Por ello la respuesta de los campesinos en Texcaltitlán, añade el ex y actual Director de Estrategia del Grupo BlackIND, “es el hartazgo de la gente víctima de la delincuencia y la falta de atención por parte de la autoridad, empezando por la estatal que sólo se limitó a instruir se le diera seguimiento, visitar el municipio totalmente ‘blindado’ y pronunciarse en favor de la paz, como si este tipo de acciones bastaran para resolver el problema de fondo. Lo otro que comprueba este hecho es el “control territorial” por parte de los grupos delictivos.
Todo inicio hace años, pero las primeras cifras de este delito surgieron en 2021 y las primeras víctimas fueron presidentes municipales de la península de Yucatán, quienes no denunciaban ante la autoridad estatal o federal las llamadas telefónicas seguramente por temor, asegura Rosas.
Recuerda que en Ciudad Juárez los comerciantes se organizaron con el acompañamiento de las autoridades federales, estatales y municipales, decidieron denunciar y colocar lonas en sus fachadas con la leyenda “No al cobro de piso, en este negocio, el único piso que se paga es el predial”. Esto implica ver cómo cuando existe colaboración entre la sociedad civil y los distintos gobiernos, las cosas pueden funcionar a favor del bien común.
Aconseja que mientras las víctimas no se organicen y sientan el respaldo de la autoridad, que en principio no llegue a dialogar con ellos blindada por decenas de militares y policías como sucedió en el Estado de México, la extorsión seguirá impune y el miedo que genera seguirá alimentando la cifra negra (delitos no denunciados) que a los únicos que beneficia es a los extorsionadores y cada vez son más las zonas donde de manera silenciosa el “cobro de piso” dañando a gran parte de la actividad económica formal y con mayor razón la informal, y que en cualquier momento puede hacer crisis.
En el caso de la Ciudad de México, afirma Rosas, sobre todo en las alcaldías ubicadas en el sur y norte, “esto se da de manera cotidiana, pero por miedo no se denuncia. Sin embargo, aceptarlo sería reconocer que en esta materia se ha fracasado y estropearía las cifras alegres que en los últimos años se han repetido para hacer creer que las cosas van muy bien, que los delitos de alto impacto han bajado más del 50%, pero sólo los de alto impacto, como si los demás delitos no impactaran en el estado de ánimo de la población” dijo.
Aseguró que de acuerdo con datos del Grupo BlackIND, “esto delitos en la Ciudad de México durante 2023 se han incrementado un 2.5% respecto de 2022, solo que eso no se dice, así como tampoco que la mayoría de los ‘changarros’, puestos de tacos, de jugos, pollerías, entre otros ubicadas en las alcaldías antes referidas pagan “derecho de piso” de manera silenciosa.