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“Por ejemplo, en pacientes con lupus o artritis reumatoide se pierde la sincronía de las células y por eso se da la enfermedad. Al poner en el torrente sanguíneo células con nueva información genética rectificamos esos errores y hay un efecto benéfico en el paciente”, explicó la especialista.
Las células madre se ponen en un pequeño vial (contenedor), se manda en frío y las aplicamos de manera intravenosa o intralesional; por ejemplo, si la lesión está en un hombro, rodilla o cadera se aplica en el área lesionada para reestructurar esa parte y reintegrar su funcionamiento.
Las células madre se adquieren de placentas, cordones umbilicales, pulpa dentaria y médula ósea a través de laboratorios y todo está avalado por la Cofepris.
La especialista explicó que se eligen las células con buena información genética. Una bondad de esta alternativa regenerativa es que cualquier persona puede tomar el tratamiento, no tiene contraindicaciones o efectos secundarios, no se contrapone con quimio o radioterapias.
“Al poner en el torrente sanguíneo células con nueva información genética lo que hacemos es rectificar esos errores y vemos un efecto benéfico en el paciente”, mencionó Consuelo Hernández, especialista en medicina regenerativa.
El paciente, a decir de la especialista, deja de sentir dolor a las 24 horas de que inició el tratamiento. El procedimiento se realiza una vez al mes.