Por: RICHART ROSILES

Familias y pasajeros que arriban a la Terminal de Autobuses de la TAPO, en San Lázaro, dan cuenta de las afectaciones derivadas del bloqueo realizado por ejidatarios que buscan una indemnización por sus tierras, en la autopista México-Puebla; los tiempos de camino que normalmente se hacían, incrementaron de dos a casi tres horas. 

Manuel Gómez contó que, en su trayecto rumbo a esta terminal, el conductor del camión anunció en Orizaba, Veracruz, que la unidad sufriría un cambio de ruta. El bloqueo tomó desprevenidos a los usuarios. 

Dentro de la central de autobuses, se advierte cómo los pasajeros sufren las inclemencias del tiempo: en los brazos de Morfeo, sumergidos en sus celulares para así atenuar la espera y, lo que es peor, todo lo que les sobrevendrá.

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SE HACEN A LA IDEA

El señor Froylan García, quien viaja con su familia, narra que los boletos los adquirió hace una semana, por lo que tendrá que trasladarse teniendo en mente lo prolongado que se hará el viaje; “no sabíamos de esta situación. Preguntamos [a la línea de autobús en la que viajan] y nos dicen que sí están llegando los carros, pero con una a dos horas de retraso”, agregó.

Nancy Castro asevera que, por el cierre, el autobús tomó una ruta alterna, haciendo cerca de tres horas más del camino habitual. Hasta la tarde de ayer se habían cumplido más de 50 horas del cierre en la autopista. Y aunque, por momentos, los manifestantes abren el paso, las rutas alternativas y los largos trayectos se mantienen.