UN OFICIO EN EXTINCIÓN
Mexiquense arma calaveritas, pan y árboles con cera de abeja para tu altar de Día de Muertos
Marco es un hombre orgulloso de la actividad a la que se ha dedicado desde que era un niño y que aprendió de sus abuelos
(Foto: Jorge Alvarado, El Gráfico)
TENANGO DEL VALLE.— Marco Antonio Garduño se dedica a la cerería o como el lo llama: arte con cera de colmena.
Gracias a su inquietud y el “hambre” por salir adelante, este artesano de 61 años, mejoró el corte tradicional de las velas, cirios pascuales y veladoras para ampliarlo en 40 variedades de frutas y verduras, calaveritas que se asemejan a las de dulce o pan.
Las piezas de pan de muerto escarchado con azúcar o las calaveras con flores son únicas, ninguna es igual a la otra.
Detalles que bien pueden ser colocados como parte de un altar de muertos, tradicionales en noviembre por el Día de Muertos.
Marco es un hombre orgulloso de la actividad a la que se ha dedicado desde que era un niño y que aprendió de sus abuelos. Pero preocupado por la inminente desaparición de este sector, pues cada vez son menos las familias que se dedican a esto, comenta.
Lamenta que pese a ser un oficio representativo de las tradiciones mexicanas y emblemático de su municipio está en peligro de desaparecer, porque no hay suficiente impulso por parte de las autoridades ni opciones para que sea un trabajo bien remunerado.
“Desgraciadamente no hemos tenido la posibilidad de comercializarlo a gran escala, pero he identificado que las piezas innovadoras que vendo en las ferias artesanales llaman la atención de clientes extranjeros. Por ejemplo, se han llevado a Inglaterra, Islandia, Europa, Asia, y en la República han llegado a todos los estados; pero difícilmente el trabajo es bien valorado por los connacionales.