HASTA EL AMOR HAN ENCONTRADO
¡Por el progreso! Migrantes le entran duro a la chamba en comercios de Tepito
En su paso por el país, migrantes originarios de Venezuela, Haití y Cuba se emplean como comerciantes en Tepito
(Foto: Gabriel Pano, El Gráfico)
En medio de los puestos de la calle República de Argentina en el Barrio de Tepito, los comerciantes comienzan a “tirar cura” cantando los primeros versos de “Ella Baila Sola”, de Eslabón Armado y Peso Pluma. Lo hacen frente a Reynen Chirino que enfunda su cara con unos lentes negros y toma una bolsa de imitación para mostrársela a un cliente.
Reynen usa el corte característico del cantante Peso Pluma, por eso, cada que pueden sus compañeros le cantan “compa, ¿qué le parece esa morra?, después ríen, para mostrarle su amistad, como se hace en el barrio.
(Foto: Gabriel Pano, El Gráfico)
El acento del joven es inconfundible en medio de los gritos de “llévele barato, jefa”, “se lo muestro sin compromiso”. Reynen dejó su natal Venezuela y llegó a Perú donde estuvo durante un año, luego arribó a la Ciudad de México, donde lleva tres meses viviendo.
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Mismo tiempo que se ha desempeñado como comerciante en el Barrio Bravo, gracias a su amigo Emiliano, su compatriota que arribó con la caravana del año 2023.
“Ya no me voy, está chido, me gusta la comida también, tortas, tacos, burritos”, dijo.
Emiliano llegó en enero de 2023 y ya cumplió un año en la Ciudad de México. Lo deportaron de los Estados Unidos, y se quedó aquí.
Ahora Reynen y Emiliano viven en la colonia Guerrero. Incluso las bromas de los comerciantes abarcaron a Emiliano, pues comenzaron a decirle: “este ayer coronó con una mexicana, por eso esa sonrisa”.
“Naaaa, aquí en México nos gusta, nos gusta a los dos. Ya nos vamos a quedar aquí a vivir. Ahorita nuestro patrón nos ayuda, nos echa la mano aquí”, comentó.
Zona de migrantes
La calle de Argentina que colinda con Tepito y la zona Centro, es señalada por los propios comerciantes como una zona en donde más migrantes han encontrado trabajo, aunque, en general, en dichas áreas comerciales ya se puede ver a varios de ellos.
Mientras comía una gordita de masa y el relleno de algún guisado típico mexicano, una mujer señaló “ya están en todos lados (migrantes) y está bien, llegan a chambear”.
Como Reynen y Emiliano, el Centro y Tepito, los puestos ambulantes, locales y hasta de chinos, han sido la puerta para tener un ingreso.
Se pudo constatar que entre los ambulantes hay cubanos, haitianos y venezolanos. La mayoría de ellos no les gusta hablar sobre sus aspiraciones, si el Barrio Bravo se volvió su nuevo hogar, o sí aún tienen en mente llegar a Estados Unidos.
Un migrante cubano contó que para él su objetivo sí es llegar a Estados Unidos, pero por ahora, Tepito le ha asentado bien.
Migrantes encuentran chamba, alimentos y hasta el amor
En tanto, en Valle de Chalco, David, Esteban y Wisly son haitianos, y desde hace algunas semanas viven en el Estado de México, donde trabajan en lo que sea para poder obtener ingresos y sobrevivir mientras el gobierno de Estados Unidos les autoriza la petición de asilo político.
David y Esteban son “chalanes” de albañil y laboran en la ampliación de una clínica privada de Valle de Chalco, donde su patrón les paga a cada uno mil 800 pesos a la semana, con lo que pagan la renta de la vivienda que habitan en esa localidad mexiquense y compran comida para los dos.
El idioma es el principal obstáculo que enfrentan porque hablan francés y pocos les entienden, entonces se comunican a señas y con las pocas palabras en que han aprendido del español, dijo Miguel Ángel Morales, quien los contrató hace tres semanas.
Esteban relata que piensa establecerse en México y olvidar su deseo de llegar a Estados Unidos, pues además, se enamoró de una mexicana.
En tanto, Wisly, de 33 años, llegó a Valle de Chalco hace unas semanas para trabajar en un taller mecánico, donde arregla autos como lo hacía en su país de origen. Vive en la colonia Concepción con su esposa e hijo de tres años y sólo esperan la anuencia del gobierno estadounidense para emprender el viaje a aquella nación.
“Yo no tengo problemas con nadie, yo estoy bien aquí con mi familia y me siento contento en este lugar”, dijo mientras esperaba que llegara algún auto para revisarlo y repararlo.
Según el gobierno de Valle de Chalco en el municipio hay 5 mil extranjeros, la mayoría de ellos haitianos.
“Yo no tengo problemas con nadie, yo estoy bien aquí con mi familia y me siento contento en este lugar”, mencionó Wisly, un migrante haitiano.