Luis Echeverría, el expresidente de México marcado por orquestar 2 masacres

El expresidente de México Luis Echeverría Álvarez muere con los señalamientos de ser uno de los funcionarios del Gobierno más feroces contra sus opositores, y un agente anticomunista al servicio del gobierno de los Estados Unidos.

Aunque fue exonerado en al menos dos procesos judiciales, Echeverría se lleva las sombras de ser el orquestador de dos masacres que marcaron la vida democrática de México: el 2 de octubre de 1968 y el 10 de junio de 1971.

Como secretario de Gobernación, Echeverría también era el responsable de la seguridad nacional, por lo que es difícil desligarlo de la terrible matanza ocurrida en Tlatelolco.

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Según recuentos de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH), en ese enfrentamiento habrían perdido la vida 300 personas, “fue la brutal culminación de delitos que podrían ser considerados contra la humanidad, perpetrados desde el gobierno de México en contra de los estudiantes a lo largo de ese año, caracterizados por las detenciones masivas, arbitrarias e ilegales que se realizaron durante este período, y por la planificación detallada y el alto grado de entrenamiento de las fuerzas represivas que participaron en los hechos”, dice sobre ese día un documento de la CNDH.

Ya convertido en Presidente de México, Echeverría volvió a quedar marcado por una masacre, de nueva cuenta contra estudiantes de la UNAM y el IPN, quienes salieron a las calles el 10 de junio de 1971 en apoyo de la represión de otros estudiantes en Monterrey, Nuevo León.

Cuando el contingente avanzaba por la Avenida de los Maestros, los “halcones” abrieron fuego contra los estudiantes desde ventanas y techos de edificios.

Como ha documentado la CNDH, los “halcones” eran miembros de un grupo paramilitar, jóvenes reclutados de barrios marginados y violentos de la capital mexicana que habían sido entrenados por militares de los gobiernos de México y Estados Unidos a finales de los años 60.

Los halcones “con balas calibre 45 y carabinas 30 M-2 abatieron a jóvenes manifestantes, quienes corrieron para poder salvar sus vidas. No obstante, la persecución acabó después de horas; hombres armados intimidaron en las salas de urgencia de los hospitales a médicos y enfermeras: no debían atender a los marchistas heridos. El objetivo no era disolver la manifestación… era matar”, dice un documento sobre los hechos de la comisión.

Tras 52 años después, la agresión no ha sido condenada. Luis Echeverría Álvarez fue jurídicamente exonerado de toda culpa en 2009 por falta de evidencia tangible, y con su vida se llevará el dato real del número de personas muertas, desaparecidas o heridas.

(Fotos: Redes Sociales)

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