Naucalpan. — Pese al inminente riesgo de que se
derrumbe un edificio, vecinos cruzan el cordón de seguridad, pasan frente al inmueble e incluso echan un vistazo.
“Ya tengo listas mis maletitas por si hay que salir corriendo. No se sabe. Ya tengo mi ropa y unas cobijitas por si hay alguna cosa de
emergencia ya nomás agarro y me salgo. Al menos podría sacar algo, porque las familias que ahí vivían no pudieron sacar nada”, dijo la señora Noelia Zuno Silva, vecina de la colonia Alfredo V. Bonfil, en Naucalpan, Estado de México.
Su casa se encuentra en contra esquina del inmueble que fue
desalojado desde el miércoles pasado y teme que cuando se derrumbe, al encontrarse en bajada, sobre la calle Prolongación Sierra Madre del Norte, los escombros caigan con fuerza hacia su hogar, además de que siguen con temor por los tanques de gas que se quedaron en la azotea y el cableado eléctrico de la zona.
En ese mismo predio, que comparte con más familia, hay una tienda de abarrotes que reabrió para ofrecer servicio a la población. Y aunque se encuentra dentro del área delimitada por Protección Civil de Naucalpan, afirman que les permitieron volver a poner en funcionamiento el negocio.
Además, enfrentan las bajas ventas, porque ha operado intermitentemente desde la semana pasada y la gente que pasa por ahí disminuyó.