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En ambos casos, los equipos estaban conectados directamente a la instalación eléctrica para garantizar que su batería nunca se vaciara. Sin embargo, su operación quedó en evidencia al afectar las luces de ambas habitaciones que la activista mandó arreglar.
“Estaba en la oficina y empezaron a fallar unos contactos”, cuenta la nueva alcaldesa de Cuauhtémoc. “Me estaban espiando, escuchando todo el tiempo, así las cosas por acá. No les salió”.
En dos días al frente de la alcaldía, Alessandra Rojo de la Vega dice haber encontrado irregularidades en todas las áreas “que por supuesto denunciaremos en el momento correspondiente, y a seguir viendo qué tanto han abusado y desagrado a la gente que vive y trabaja en la Cuauhtémoc”.
Alessandra Rojo de la Vega logró tomar protesta como alcaldesa de Cuauhtémoc, la más grande económicamente en la Ciudad de México, después de una serie de impugnaciones por parte de Catalina Monreal, hija del exdelegado de esa demarcación, quien ha sostenido sin éxito que la panista ejerció violencia política de género en su contra.