Por: DANIELA PAYÁN

Tras ser rescatado por la asociación Pocas Pulgas I.A.P., parecía que la vida de ‘Obama’ sería digna de un mandatario de primer mundo, pues a los cuatro meses le encontraron un hogar dispuesto, hasta ese momento, a colmarlo de amor y cuidados. Sin embargo, año y medio más tarde el encanto se rompió con una simple llamada: “lo vamos a regresar”.

El adoptante argumentó que sus hijos crecieron y ya no tenían tiempo de atenderlo; además, debido a su divorcio, “en lo último que pensaba era en el perro”, recuerda Maribel Maqueda, líder del sitio donde resguardaron a ‘Obama’, por segunda ocasión, de la indiferencia humana.

Historias así recalcan que la adopción no debe tomarse a la ligera. “Antes de su llegada, consúltalo con la familia y si la casa o el departamento no es propio, ten por escrito el permiso del dueño. Suele suceder que lo adoptan, pero no tenían el permiso y entonces van a regresarlo luego”, lamenta.

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Otro factor determinante es tu estilo de vida y tus horarios. “Al ser cachorros, están en un periodo en el cual necesitan ser educados para alimentarlos y asearlos, pero también se requiere tiempo para limpiar su espacio y acudir a las consultas con el veterinario”, señala Maribel.

Considera que, en primera instancia, tu nuevo amigo puede ser tímido o acercarse a la puerta y ladrar pues aún no comprende que ahora vivirá en un lugar seguro. Asimismo, poco a poco descubrirás su personalidad: cooperador, distraído, dominante o sumiso. 

Al margen de ello, la rescatista exhorta a evitar los regaños o castigos, y reconocer los aciertos del animal “con una caricia, un apapacho, una palabra o un premio”, a fin de inculcar un aprendizaje positivo a lo largo de su proceso de adaptación.

Y considera los gastos que implica tener a este nuevo miembro de la familia: vacunas, medicinas, alimento, una camita, juguetes, etcétera. 

En general, recibir a un can en su primera etapa de existencia es sinónimo de constancia y paciencia. 

TOMA EN CUENTA

Tamaño

¿Qué espacio disponible hay para el nuevo miembro de la familia? Esto será determinante para saber a qué raza podrías ofrecerle la mejor calidad de vida.

Presupuesto

Estima gastos de vacunas, alimentos y productos de higiene, los cuales pueden cambiar a medida que crezca.

Tipo de pelo

Hay pelajes que demandan más cuidados que otros. Por ejemplo, el Pomerania, desde pequeño, necesita una rutina de cepillado diario pues posee una doble capa de pelo: una larga y gruesa, y otra corta y lanosa. Fuente: Purina