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En este punto, la parte trasera de la presa en el Pueblo Mágico, la zona no turística, antes recibía visitantes de las comunidades aledañas que iban a pescar, ahora no se ve más que una lancha parada junto a los montones de tierra.
Si bien Villa Victoria ha mantenido sus niveles durante dos semanas y se mantiene al 30.2% de su capacidad, en Valle de Bravo la baja fue del 33.2% el 6 de febrero al 32.5% este 13 de febrero y en El Bosque del 59.5% al 58.7%.
La sequía y la falta de lluvias reportada con un déficit del 100% desde diciembre del año pasado hasta el 13 de febrero generaron este panorama que no escapa a los ojos de los oriundos del lugar, quienes temen que se acabe la laguna y no tengan otro medio de sustento, pues el turismo se convirtió en su forma de vida.
Según niveles históricos, para esta fecha, la presa de Valle de Bravo debería tener 85.1% de almacenamiento, es decir, una diferencia superior al 50%.

Foto: (Jorge Alvarado. El Gráfico)
En el caso de Villa Victoria el litoral se observa repleto de basura, es la única presa que se ha mantenido en las últimas semanas, su panorama no es tan desalentador como el de Valle de Bravo.
Las lavanderas en estos días acuden con menos regularidad; “la presa sí está bajita, no creo que alcancemos buenos niveles... porque ya ni llueve, cada vez huele más feo el agua. Pero al menos por ahora, peces sí hay, algunos pescan y todavía se puede meter la lancha, pero si seguimos así, ya no habrá agua en ninguna presa”, reconoció una de las señoras, quien acudió al embalse con sus hijos.