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El 36 por ciento de las y los mayores de 18 años tiene deudas y una cuarta parte se atrasa con los pagos, principalmente los hombres.
Y cuando la lana de plano no alcanza para cubrir los gastos cotidianos recurren a bajarle al presupuesto, pedir prestado a familiares o amistades, echar mano de los ahorros, solicitar un adelanto del sueldo, dar el tarjetazo, atrasarse con los pagos y vender o empeñar.
Los problemas del bolsillo pueden llevar al estrés financiero, detonante de ansiedad, tristeza, frustración o enojo.
También provocar dolor de cabeza, gastritis, colitis, cambios en la presión arterial, problemas de sueño o exceso en el consumo de alcohol o tabaco.
Según la ENSAFI, en la CDMX lo padecen siete de cada diez.
Apoyo para el manejo de estrés financiero
Este año, en la Línea de Seguridad o Chat de Confianza, 55 5533 5533, del Consejo Ciudadano, hemos apoyado emocionalmente a casi 700 personas por estrés financiero.
¡Ponte al tiro! Antes de un “me prestas”, mejor administra tu dinero.