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En general, la gente recibió con alegría la reapertura, aunque en muchos casos hubo frustración, pues “el gozo se fue al pozo”, pues además de la espera de más de dos horas a la intemperie, se encontraron con que no había algunos artículos de primera necesidad.
La señora Virginia Calderón, quien hizo fila de dos horas y media, celebró que ya se comiencen a reactivar estos establecimientos; “muy bien, ya tenemos para lo del diario, apenas empiezan a surtir y faltan muchas cosas todavía”.
—¿Qué le hizo falta?
“Los lácteos, jamón, arroz ahorita no hay, frijol tampoco”.
—¿Cómo vio los precios?
“Pues un poquito elevados, pero pues se entiende por la situación. Llevo papel, llevo la básico para la casa, jabón detergente, jabón de baño, pasta de dientes, los huevos”.
El joven Carlos José salió de la tienda molesto porque “no tienen surtido y no dejan pasar rápido a la gente, falta organización y productos”.
“No tienen agua embotellada de las marcas que buscaba, ni arroz. Los precios casi, casi están normal, pero hay algunos que sí están caros. Me voy como cliente insatisfecho. Llevo agua, leche, pasta dental y sopa, nada más, porque de lo demás sí estoy enojado, insatisfecho”, apuntó.
Para la señora Virtudes Urbina, la tardanza para ingresar a la tienda tienen que ver con los actos de rapiña que hubo y que las cadenas pretenden evitar; “hay mucho problema para entrar porque hubo mucha rapiña, por eso restringieron el acceso”, apuntó.
Dijo que la gente se arremolina a la entrada porque “necesitamos cosas básicas”; “yo vengo ahorita por tostadas, pan de caja, totopos, lo que estamos acostumbrados a comer”, señaló con sentimientos encontrados.
“Los precios casi, casi están normal, pero hay algunos que sí están caros. Me voy insatisfecho. Llevo agua, leche, pasta dental y sopa, nada más, porque de lo demás sí estoy enojado” mencionó Carlos José, Cliente
La cadena comercial Chedraui reabrió 4 tiendas en un horario de 7 lamañana a 5 de la tarde, con solo venta de productos básicos.
En tanto, en el Mercado Central, donde las familias se abastecen desde hace más de cuatro décadas, los locatarios se quejaron del abandono de las autoridades y exigen que los gobiernos federal, estatal y municipal los vean.
La venta de frutas y verduras se da entre cerros de basura pestilente y en medio de cientos de moscas, que vuelan de los puestos de comida a los montones de desperdicios. Los comerciantes lamentan que las autoridades no volteen a ver a este sector.
Aquí el cartón de huevo se consigue en 100 pesos.
“Nadie ha venido, del gobierno federal ni estatal o municipal, solo ustedes (la prensa)”, señalan locatarias que pusieron sus puestos en las calles para atraer clientela.
La señora Devaney, quien vende carne fresca, pero que por la falta de energía eléctrica ahora vende tacos de guisado, señala que en las actuales condiciones, se van a morir de hambre porque los clientes no llegan.
“Le pedimos ayuda a los tres niveles de gobierno, que nos vengan a apoyar, que los necesitamos. Nos tienen abandonados”, se lamentaron.
“Necesitamos que vengan a recoger la basura, es lo que más nos interesa, que ayuden a recoger la basura y que nos pongan la luz. Tenemos muchos niños chiquitos, la mayoría tiene hijos pequeños, y esto nos va a crear muchas enfermedades. Y no hay doctores. Queremos luz en el mercado para poder trabajar. ¿A quién le va a gustar estar acá afuera?”, expresó.