Vecinos se quejan de tiradero
Relleno sanitario de Tepatlaxco provoca contaminación en el Rincón Verde
En el relleno sanitario de Tepatlaxco ya no se separan los desechos; los jugos contaminantes dañan al Rincón Verde
(Foto: Carlos Mejía, El Gráfico)
Por Rebeca Jiménez
NAUCALPAN.– El relleno sanitario metropolitano de Tepatlaxco se ha convertido en un tiradero a cielo abierto, donde se acumulan miles de toneladas de basura provenientes de Atizapán, Tlalnepantla y Naucalpan, así como de empresas privadas, que han creado una montaña de desperdicios, generando lixiviados o jugos tóxicos contaminantes del subsuelo y ríos de la zona de Rincón Verde.
La peste, moscas, ratas y cucarachas, la práctica de la pepena, así como la emanación de jugos tóxicos negros de la basura dan cuenta que en este sitio se viola la normatividad ambiental establecida en la NOM-83-SEMARNAT-2003, bajo la cual el ayuntamiento y la Legislatura mexiquense otorgaron una concesión a 20 años a la empresa Servicios de Tecnología Ambiental S.A. (Setasa), tal como se publicó el 15 de noviembre de 2005 en la Gaceta Municipal de Naucalpan.
Hoy, el relleno sanitario de Tepatlaxco es operado por la empresa Bio Merik, cuyo lema es “Piensa en Verde. Ahorra Energía”, que contempla el uso de 16 hectáreas del ejido de San Mateo Nopala y 17 hectáreas del ejido de Santiago Tepatlaxco, que planea funcionar 20 años, contados a partir de 2018, informó Francisco Zúñiga, gerente de operación de este confinamiento.
ASCO. Vecinos de Rincón Verde señalaron el curso de los jugos negros, desde una laguna de lixiviados ubicada junto a la montaña de basura, del lado de San Mateo Nopala, que baja por tierras de cultivo donde hasta hace poco ejidatarios sembraban maíz, haba y frijol; continúa por laderas verdes y a menos de 500 metros del relleno sanitario, se conecta con el afluente de agua natural de un río que emana del ojo de agua de El Carrizal y abastece de agua potable a habitantes de Rincón Verde.
En ese río hay decenas de centenarios ahuehuetes muriendo entre las aguas de lixiviados o jugos tóxicos que genera la basura y se juntan con las aguas limpias provenientes del ojo de agua de El Carrizal, convirtiendo a este nicho ecológico en un sitio pestilente y nauseabundo, señaló Claudia, junto con un grupo de vecinos.