JAPONÉS, UN HERMANO
Rescatista japonés impresionado por la amabilidad de México pese al dolor del desastre
Rindieron homenaje a víctima pidiendo guardar silencio, quitándose los cascos e inclinaron la cabeza
(Foto: Archivo El Gráfico)
Por Viviana Talavera
A Japón y México no los une la tragedia, los une la fuerza para levantarse después de la adversidad. En medio del caos y la angustia que generó el sismo de 19 de septiembre, un grupo de rescatistas japoneses de élite avivó el espíritu de quienes los veían trabajar y admiraban su esfuerzo por rescatar sobrevivientes de los edificios derruidos.
Estuvieron apenas unos días en el país, pero fueron suficientes para que el Equipo de Auxilio para Desastres (JDR, por sus siglas en inglés) demostrara que ante una tragedia como esa, todos somos iguales.
Esos hombres, que viven a más de 11 mil kilómetros de México, dejaron sus casas y a sus familias para arriesgar sus vidas por otros.
Se unieron a cantar el Himno Nacional mexicano, aceptaron pan de muerto como regalo y su líder pronunció una frase entrañable cuando se despidieron: “Amigos en la adversidad, cuates de verdad. ¡Fuerza México!”.
La escena más emotiva llegó el día que los rescatistas laboraban en el edificio que colapsó en las calles de Bretaña e Irolo, en la colonia Zacahuitzco, de la delegación Benito Juárez, donde hallaron el cuerpo de una chica de 19 años, lo recuperaron y —lo que pudo haber sido un mero “trámite”— se convirtió en un ritual para honrar no a la muerte, sino a la vida.
Sobre los escombros esos hombres,mostraron respeto. Pidieron que se guardara silencio, se quitaron los cascos e inclinaron la cabeza.
HONORABLE. A casi un año del sismo, uno de los rescatistas, aseguró que para ellos los más impresionante fue la amabilidad de los mexicanos.
“A pesar de que estaban en una situación muy difícil después del desastre, desde nuestra llegada al aeropuerto nos recibieron con mucha alegría y cariño. Cuando ya nos íbamos, teníamos un poco de frustración por no haber podido realizar las actividades como nosotros queríamos. Sin embargo, nos felicitaron y mostraron respeto. Me impresionó esta alegría y amabilidad del pueblo mexicano”, comenta Eichi en entrevista.