Padres divorciados toman importante decisión por el bien de sus hijos, en la CDMX

Claudia y Ricardo fueron pareja, y aunque hoy ya no lo son, llevan una relación cordial, porque entendieron que era mejor llevar la “fiesta en paz”, en beneficio de Raquel y Sebastián, sus hijos.

Tras separarse, ella se quedó al cuidado de los menores; él los recogía los sábados por la mañana y los regresaba a su hogar por la tarde. Además, le daba dinero quincenalmente para la manutención.

Todo fluía sin contratiempos, pero sin ninguna formalidad jurídica, lo que generaba en Claudia cierta inquietud. Fue entonces que pensó en formalizar esa forma de vida que llevaban, no para su beneficio, sino para seguridad de sus hijos.

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Un primo abogado le comentó que podían dar formalidad legal a sus acuerdos tácitos mediante un convenio de mediación en el Centro de Justicia Alternativa del Poder Judicial de la CDMX, a donde acudió para solicitar informes.

Ahí le indicaron que, a través del servicio de mediación familiar, podría signar con su expareja un convenio que incluyera los temas de guarda y custodia, régimen de visitas y convivencias, y pensión alimenticia, el cual, ya signado por ambos, contaba con la formalidad legal de una sentencia.

Claudia se comunicó con Ricardo para plantearle esa posibilidad y él accedió.

Bastó solo una sesión. El mediador familiar les reiteró la naturaleza jurídica del convenio de mediación. Prácticamente plasmaron los puntos de los tres aspectos –guarda y custodia, régimen de visitas y convivencias y pensión alimenticia— como los llevaban a su vida cotidiana, pero ahora con toda la formalidad jurídica, pensando en el bienestar de Raquel y Sebastián. Lo firmaron y reiteraron su compromiso de llevar la fiesta en paz.