Tras años sin diálogo una pareja de divorciados logra arreglárselas

María y Pablo se casaron hace 50 años, y aunque rompieron relaciones hace 30, no se habían divorciado.

Procrearon hijos, y forjaron un patrimonio de tres casas, en una de las cuales vive él, en otra ella, y en la tercera, Pablo renta cuartos cuyas ganancias no comparte con María, pese a estar casados por sociedad conyugal.

Para tratar de arreglar lo que quedó al garete, ella se asesoró, pues deseaba divorciarse, hacer la repartición de bienes de la sociedad conyugal y solicitar a Pablo pensión alimenticia.

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Un abogado le recomendó el servicio de mediación del Centro de Justicia Alternativa (CJA) del Poder Judicial de la CDMX, ubicado en Niños Héroes 133, colonia Doctores, en vez de un juicio familiar costoso.

Acudió al CJA y se le informó que dos aspectos eran mediables: pensión y repartición de bienes, en tanto que el divorcio tenía que ser decretado por un juez familiar, pero se le precisó que poner ante ese juez el convenio de mediación, acortaría el proceso.

Ella dio los datos de Pablo para que fuera invitado a la mediación; cuando recibió por correo electrónico la invitación, Pablo se planteó que ya era momento de arreglarse con María.

En la primera sesión de mediación se abordó la pensión alimenticia; María alegó que años se dedicó al hogar y la crianza, y que ello le hacía merecedora de esta; además, recordó que de las rentas que él cobraba nunca le pidió un peso, pese a que la casa de los cuartos en alquiler era de los dos; enseguida, abordaron el punto de los bienes, sobre el cual acordaron plantear sus propuestas en una nueva sesión.

Para la segunda, Pablo aceptó entregar pensión alimenticia a María, y planteó que cada uno conservara la casa en la que vivían, la tercera casa que fuese vendida, y el dinero de la venta se dividiera en partes iguales, así lo firmaron en un convenio, que presentarán en el juicio de divorcio.