Último vagón del Metro CDMX queda al descubierto, los rumores son ciertos

A las 11 de la noche, cuando casi no hay usuarios, a las nueve de la mañana o a las seis de la tarde, en plena “hora pico”, el último vagón del Metro de la Ciudad de México es un área de complacencia de placeres y actos lascivos en todas sus líneas.

Un hombre de edad mediana aborda; hay asientos libres, pero él se recarga y posa, contoneándose, en la puerta que está detrás de él.

Cual depredador, pero al mismo tiempo incitando a ser presa, gira la cabeza, analiza y hace contacto visual con al menos tres jóvenes, y es en ese momento cuando comienzan los juegos de seducción.

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Las miradas furtivas ceden a una invitación sutil cuando dirige su vista hacia la parte baja de su cintura, mientras frota su miembro con la mano derecha dentro del bolsillo de sus jeans y con un gesto se ofrece al, hasta ese momento, desconocido, quien en segundos lo invita a sentarse a su lado.

Apenas pasó una estación desde que abordó al convoy. Hay testigos que se percataron y les sirven de celestinos. También pasajeros que, inmersos en las pantallas de sus celulares, no se enteraron de la situación.

Los que se dieron cuenta de la escena, se quedan atónitos al ver que después de un diálogo fugaz comenzaron las felaciones, pero lejos de reclamar o pronunciarse al respecto, optan por alejarse perturbados.

“No son lugares, uno como sea agarra la onda, pero no está bien que lo hagan cuando vienen niños, no son lugares. Ojo, no es homofobia, para nada, pero esos actos rebasan todo”, dijo un usuario del transporte.

Así, sin pudor, historias como esas suceden todos los días en el medio de transporte masivo. Son varios los testimonios de usuarios que se han sentido incómodos o que incluso han sido acosados.

“No es lindo, se te quedan viendo, así comienzan, luego ya se te quieren acercar y no es lindo eso; debería haber seguridad más rigurosa”, contó Daniel Juárez, pasajero que frecuenta la Línea 2 del Metro.

Y, pese a que se considera una falta administrativa, son contados los casos que llegan al juez cívico; de hecho, el mismo personal de la Policía Bancaria e Industrial adscrito al Metro recomienda evitar abordar el vagón para que el usuario promedio se ahorre incomodidades.

Con recorridos nocturnos, y no refiriéndose específicamente a la incidencia, los uniformados fomentan el uso de las palancas de emergencia de los convoyes para mejorar el servicio y hacen énfasis en reportar a cualquier usuario que esté haciendo un mal uso de las instalaciones del Sistema de Transporte Colectivo.

Al respecto, el Metro dijo que en la actual administración, y gracias a diversas estrategias, ha logrado descender el número de carpetas de investigación en general dentro de sus instalaciones.