Sufrió discriminación
Vendedora de pan de Toluca halla en ambulantaje su fuente de sustento
Verónica Plácida Guadalupe Mañón estudió cultura de belleza, pero sólo la ejerció dos años porque se casó y su esposo le pidió que no trabajara porque “él le iba a darle todo”, pero la dejó viuda a los 50 años y con seis hijos a su cargo
(Foto: Alma Ríos, El Gráfico)
TOLUCA.– Desde el barrio de La Unión, todas las mañanas doña Vero baja al Centro Histórico con un carrito lleno de bolillitos y pan de dulce. Recorre la avenida Nicolás Bravo, la colonia Morelos, Los Portales y el Mercado 16 de Septiembre hasta que termina de venderlos. A sus 79 años, esta mujer ha encontrado en la informalidad su única fuente de empleo.
Verónica Plácida Guadalupe Mañón estudió cultura de belleza, pero sólo la ejerció dos años porque se casó y su esposo le pidió que no trabajara porque “él le iba a darle todo”, pero la dejó viuda a los 50 años y con seis hijos a su cargo.
SUFRIÓ DISCRIMINACIÓN. Al morir su marido, buscó empleo y se enfrentó a la discriminación.
“Yo sé peinar, cortar el cabello, pero, dicen que por mi edad ya no me contratan, me dicen que quieren jóvenes”, relató.
Por eso, laboró como ‘cerillo’ en centros comerciales, como cuidadora de abuelitos, pero para ella, el mejor trabajo ha sido el comercio.
El empleo que más me gusta es el que tengo, porque hago mucho ejercicio, conozco gente y gracias a Dios no tomo medicinas”, dice.