Encontré a mi hija haciendo 'el delicioso' en casa
(Foto: Archivo, El Gráfico)
>>Encontré a mi hija en plena relación sexual al llegar a casa. Ella tiene 19 años y ellos tenían 6 meses de conocerse, me dieron ganas de matarla, pero salí corriendo de la casa y me fui un rato a caminar. Dos meses estuve insistiendo en que formalicen hasta que me di por vencido. No entiendo estos tiempos, ¿cómo puede ser tan fácil si nosotros la educamos siempre diferente?
Ser fácil no quiere decir tener relaciones con un novio de seis meses. La libertad hoy en día es otra y no se pueden poner las creencias de entonces ahora, ve las ventajas... evitarás las desagradables sorpresas después del matrimonio. Las mujeres que tienen una vida sexual activa tienen un conocimiento profundo de lo que les gusta y saben dar y recibir placer sin que un sólo hombre les haya enseñado todo. Todo es cuestión de modernizarse un poco y dejar de pensar que hacer el amor te denigra, que entregarte es vergonzoso que el sexo es pecado.
>>¿Cómo le explico a mi hija que ella debe de terminar también al hacer el amor? Las mujeres cargamos mucho y yo estoy educada a estar dispuesta a que el hombre sienta placer, pero quiero que ella aprenda a pedir placer, a meterse a la cama para satisfacer sus necesidades sexuales... quisiera que sea sexualmente feliz.
Hablar con los hijos es importante, pero a veces difícil. El sexo es un tema delicado que quizás no sea fácil de tocar. Te recomiendo ir con una ginecóloga o un especialista junto con tu hija, tocar este tipo de temas con ella a través de una profesional es importante. Dale artículos o libros con los que pueda abrir sus horizontes. No dejes de hacerlo, aunque ella se resista. Busca que tenga confianza contigo.
>>Tengo un amigo con el que últimamente tengo juegos cachondos, ando pensando en que me lo quiero llevar al monte, hacerlo por horas bajo la Luna, en las noches de pronto comienzo a imaginar cosas deliciosas. No duermo sola... me remuerde tanto pensar en el otro mientras que estoy con mi hombre en la cama, pero no lo puedo evitar. ¿Se lo digo?
No digas nada. Tus fantasías son tuyas, no tienes porque compartir lo que no te da la gana. Hay todo tipo de sueños y los privados deben de quedar así. En tus momentos de soledad, cuando te das placer, vierte tu fantasía en ti, disfrútate sin culpa.
>>Me gusta el mejor amigo de mi papá y aunque sé que le gusto no me atrevo a aceptar lo que me propone porque mi papá me va a juzgar. Hasta me gustaría irme del país o de la ciudad. Me gustaría que nadie nos conozca, ser una pareja diferente. Yo si quiero y él también, pero mi papá no lo va a aguantar. ¿Huimos?
No puedes huir del mundo. Los demás aprenderán a aceptarte cuando te aceptes tú.
>>Me gusta el sexo rudo. Las nalgadas, que me hablen feo, las palabras sucias. Mi último novio se espantó cuando se lo conté, por eso ya no me gusta decirlo ni contarlo. Mis amigas me dicen que eso es coger... pero coger para mí es esto y mucho más. ¿Quién tiene la última palabra de qué es qué?
El gusto por el sexo, como por otras delicias, no tiene por qué ser el mismo. Cada uno de nosotros se prende con diferentes estímulos. Encuentra a alguien como tú, no temas, sí existe.