Lo hago delicioso con dedos, pero soy Don Precoz

PREGUNTA: Me he estado preparando para hacerlo por primera vez con mi novia, pero cada que estamos en el asunto, me vengo demasiado rápido y no logro penetrarla. Esto me ha llevado a sentir frustración y como ella es virgen no se da cuenta de mi vergüenza, la tengo satisfecha con mis dedos, pero no lo hemos podido hacer.  ¿Cómo le hago?

RESPUESTA: La eyaculación precoz es un factor que puede tener varias causas. Hay quienes opinan que lo mejor es provocarse una eyaculación unos 20 minutos antes de meterse a la cama con la persona en cuestión, otros se toman pastillas para durar y otros aprenden a venirse sin eyacular, con ejercicios de control mental. Te recomiendo que no te exijas demasiado, habla con un especialista, no tengas pena. Una buena relación sexual debe de tener juegos y darse el tiempo porque mientras más dura es más rica. Te estás presionando mucho, ten calma.

PREGUNTA: Me parece que en esta era del Covid estoy perdiendo amistades y ganas de vivir. Tengo pesadillas todas las noches y me ha salido un salpullido que me tiene quemando la piel. Vivo con comezón por todo el cuerpo. Estoy irritado y por más que mi chava se quiere acercar... no puedo. Hacer el amor nos daba tranquilidad, pero con esto... mejor ni hablar de acercamientos. ¿Qué hago?

RESPUESTA: El salpullido puede ser una reacción de estrés, es necesario visitar a un dermatólogo que te vea y te recete cremas o medicamentos, lo importante es reconocer que a veces ni el cuerpo, ni la mente aguantan la tensión. El Covid ha traído un incremento de tensión. Visita a un médico.

PREGUNTA: Creo que mi esposo tiene el síndrome del “niño eterno”, lo escuché en la radio y me ‘cayó el veinte’. Sus enojos parecen berrinches, sus frustraciones se tornan cada vez más grandes. Tiene un deseo de felicidad constante, me ve como la madre que perdió en su niñez y cada que las cosas no le salen bien, se enoja con todos en la casa, se encierra en el baño y hasta lo he oído llorar.

RESPUESTA: En efecto, ese síndrome existe. Así lo definió Carl Jung, un psicólogo del siglo pasado. Necesitas enfrentar esta situación con la ayuda de un terapeuta que le haga ver a tu esposo su forma de actuar ante la frustración. Esta situación no se supera de un día al otro, se requiere de un terapeuta que acompañe los cambios, que haga ver lo que no viste al conocer a tu pareja y al decidir tener hijos con él. Muchas veces es uno quien no deja crecer a su pareja porque se le sobreprotege. Si de verdad amas a tu marido, tendrás que dejarlo crecer a sus anchas y no tratarlo más como hijo.

PREGUNTA: Mi mejor amigo se separó de su mujer. Su actitud fue inspiradora para mí. Buscar estar mejor con él mismo o con otra pareja, en lugar de vivir una relación vacía que ya no le daba sexo ni placer, fue valiente.  Lo que sucede es que eso mismo quisiera hacer yo, pero simplemente no me atrevo, por mis hijos. ¿Qué me recomiendas?

RESPUESTA: Analiza tu situación, no la de tu amigo. Haz pequeños cambios. A veces una separación temporal te deja ver opciones y ayuda; a veces, la terapia de pareja ayuda a sanar fracturas. Si crees que no hay nada que rescatar no tengas miedo.