Se me antoja la mujer de mi cuate

Pado, El Enrredado:

Mi mejor amigo y su esposa se estaban llevando mal y todo mejoró desde que él le puso el cuerno. Lo sé porque me lo contó. A mi me gusta ella y la idea de que él le ponga el cuerno me da una especie de permiso de darle muchos besos, cuidarla, levantar su autoestima. Deseo ayudarlos, pero por más que me quiero alejar, no lo consigo. ¿Qué harías tú?

Si te llamas mejor amigo de tu amigo, aléjate; a los amigos no se les traiciona. Asume que lo estarías traicionando, entiendo la situación pero si eres una persona íntegra debes de hablar con la verdad y estar dispuesto a perder la amistad. Valora quién es en este momento más importante para ti.

Matilda, La Entrometilda:

Mi sobrina anda con un hombre que le va a causar problemas, siento que nunca han sido pareja. Ella necesitaría revalorarse, quererse más antes de estar con un hombre que tiene un problema grave de alcohol. Mi hermana, en cambio, lo que quiere es verla de blanco caminando hacia el altar y realizar el sueño de casar a una hija. ¿Qué tanto debo intervenir en la felicidad de mi sobrina?

La respuesta a esa pregunta es qué tanto te gustaría a ti que alguien se metiera en la vida de tus hijos. Cuando a uno no le piden su opinión, debe de ser sutil al darla; te recomiendo mucho que pienses bien lo que le vas a decir, que te tomes el tiempo de escucharla. No te adelantes a decir algo que no te corresponde; acércate con cautela y si no te incumbe, mejor no digas nada.

Valera, La Nuera:

Mi novio y yo estamos en una etapa de querer estar juntos todo el día, mis padres no nos dejan vivir juntos con ellos, pero mi suegra sí. ¿Hago mal en vivir con mi suegra mientras nos independizamos?

Piensa si vale la pena esperar un poco para no dañar la relación con tu suegra, yo creo que más vale esperar y buscar juntos un lugar en el que no tengan que vivir con nadie más; aprovecha esta etapa con tus padres, trata de salir los fines de semana a lugares cercanos a la ciudad; extrañarse también es rico.

Ana, La Lesbiana:

Muchas mujeres de mi circulo andan con chavos mayores o menores, pero pocas se atreven a andar con una mujer. Yo siento demasiada tensión cuando presento a mi novia entre mis amigas, me doy cuenta que les da morbo; a mí no me afecta pero mi madre pide que sea discreta con mi aventura. Yo no llamo aventura a mi relación. ¿Cómo lo debo de manejar?

Vive tu vida con la libertad que siempre has querido, tu madre y todo aquel que te quiere va a terminar por aceptar que las épocas han cambiado, que la gente homosexual no tiene porque esconderse.

Menta, la Independienta:

Mis hermanas me envidian porque me divorcié hace dos años y ahora tengo un trabajo, un galán y una vida en la que me mando sola; ellas en cambio todo lo tienen que consultar con el marido y yo, aunque extraño de pronto un compañero, me veo como un ser feliz. ¿Cómo debo manejar sus celos?

La libertad siempre da envidia. No es necesario divorciarse para adquirirla; el secreto está en saber hacer uso de ella; muchas personas prefieren depender, a hacer esfuerzos personales, trabajar, tener una entrada de dinero. La realidad es que depender de quien sea, siempre se convierte en un problema.