Según el MP, no hay delito
Lydiette Carrión
El agente de ministerio público que atiende en las madrugadas en el MP de la calle Lerdo, en la colonia San Simón, CDMX, considera que no vale la pena levantar un acta cuando una mujer de la tercera edad es atacada a golpes, sin intento de robo, por un desconocido.
La víctima es la madre del escritor y promotor cultural Javier Moro Hernández. La noche del domingo pasado, ella, una mujer de 66 años, caminaba de regreso a casa por uno de los andadores de Tlatelolco. Recientemente, en la unidad han renovado la iluminación y hay más vigilancia, pero ello no ha impedido que se sigan cometiendo atracos, en particular a mujeres; en el entroque de Eje Central y Eje 2 Norte se han dado varios asaltos. Sin embargo, en este caso ni siquiera se trató de un robo.
La mujer caminaba sobre un andador cuando un hombre joven, moreno, con una gorra de beisbolista, se le acercó por la espalda y la golpeó en la cabeza con una caguama. Ella cayó al suelo y ahí el tipo le asestó dos golpes más.
El hombre se alejó y ella, como pudo, se levantó y llegó a casa. De ahí, a un hospital privado, donde le dieron 12 puntadas en la cabeza y, después, acompañada de su esposo e hijo, fue al Ministerio Público. El hombre la atacó por el gusto de hacer daño. Para ella era importante denunciar.
En la agencia, los recibió el secretario, quien les aseguró que “por supuesto” podrían ayudarla. Pero que al tratarse de un caso de lesiones tendría que ir primero con la médica legista para una valoración.
La médica no fue tan amable. “Otra espera larga para que la doctora la atendiera, mientras desayunaba una torta de milanesa”. De ahí, tras larga auscultación, la remitieron de nuevo al secretario, y éste, por fin al agente del Ministerio Público a cargo.
Después de narrar por tercera vez los hechos, ahora sí frente al MP, éste respondió que no podía levantar el acta. Que para que tuviera efecto, la víctima debía conocer la identidad, nombre y apellidos completos del agresor, así como su domicilio.
Y ahí quedó. No hay acta de la agresión, no hay registro oficial de los hechos, porque el agente del MP juró que no había delito qué perseguir en estos términos. Ya ven, en esta Ciudad no pasa nada.
Moro Hernández finalizó: “No hay moraleja en esta historia, sólo dolor, impotencia y coraje... Y tal vez lo único que podemos aprender es que en esta Ciudad no hay que sufrir ningún delito, porque no hay autoridad que nos ayude”.
GLOSARIO DE SUPERVIVENCIA Ministerio Público: En algunos casos profiere un profundo desconocimiento de las leyes que debe vigilar.