Para identificar a los violadores femincidas: uno de ellos tiene un tatuaje en forma de serpiente de muchos colores en el brazo.

El otro tiene muchos piercings en la boca. Operan en San Agustín, Ecatepec. La historia es una más de muchas: Es Ecatepec, la colonia San Agustín Segunda Sección, una mujer camina por la calle a plena luz del día, a las 2:30 de la tarde, para ser más precisos, cuando unos tipos la levantan. La meten a una camioneta a la fuerza; la golpean con lo que parece ser un tubo. Le dan a oler algo, ella se desvanece. Lo siguiente que sabe es que despierta sin ropa, en alguna casa de seguridad. Y las siguientes horas, muchas horas, será golpeada, cortada con navajas, torturada y violada. Le harán perder su embarazo de tres meses. Ella llorará y pedirá secretamente regresar con vida a sus otros hijos. Verá más ropa y zapatos de mujeres. Ella no es la primera. Será estrangulada y dada por muerta. Aventada, como basura, sobre un basural a un lado de las vías del tren. A un lado del Gran Canal.

La historia es la misma que muchas más. Llega a pedir ayuda a la policía, semidesnuda, deshidratada, drogada y severamente lastimada; ellos no querrán atenderla. Ella deberá buscar durante un buen rato la ayuda que necesita. Por fin, ingresará al hospital y sus familiares, la gente que la quiere y que ya lleva horas buscándola, sabrá dónde está y en qué situación.

Aún así, María (así llaman a la víctima) puede considerarse afortunada. Salvó la vida.

La historia, esta vez, se encuentra en el portal A Fondo Edomex, que ha contado desde hace tiempo ya, el número de feminicidios en el Estado de México.

La académica y feminista italiana Silvia Federici ha estudiado a fondo la violencia contra las mujeres en la actualidad. Hace unos meses la entrevisté vía telefónica respecto a la violencia feminicida que se da en lugares como Ecatepec, sitios en los que la calidad de vida de sus habitantes se ha deteriorado, y con ello, se ha desatado una violencia sexual brutal contra las mujeres. Federici advirtió que este tipo de violencia sexual, en entornos de por sí muy violentos, se da, entre otras cosas, porque los jóvenes han crecido sin saber vincularse con las mujeres de otra manera.

También, dado que las autoridades no hacen nada, nos toca pensar cómo detendremos esto en que nos hemos convertido: un semillero de sicópatas. Necesitamos resiliencia.

GLOSARIO DE SUPERVIVENCIA: Resiliencia: Capacidad de transformar y remontar las situaciones traumáticas.