Mapa del crimen
Lydiette Carrión
Rigoberto Reyes Sánchez es un sociológo que dio clases durante algunos semestres en la carrera de Criminología de la Universidad Univer Milenium, que se encuentra en Santo Tomás Chiconautla, Ecatepec, Edomex.
Ahí, halló lo que todos sabemos: ese malestar crónico, ese sentimiento de inseguridad que padecen los vecinos de los límites entre Ecatepec y Tecámac.
Pero, ¿cuál es el nivel de la problemática?, se preguntó, y decidió estudiarlo. Así que con sus estudiantes de Criminología se dedicó a investigar cuáles eran los problemas específicos a los que se enfrentaba la comunidad estudiantil. Así, discutieron, platicaron anécdotas, fueron tratando de identificar los principales problemas.
Primero se fijaron en la manera en la que el lugar había sido poblado. Hace pocas décadas, la zona en la que se encuentra la universidad se componía de tierras ejidales que, a partir de una urbanización indecorosa y poco ética, convirtió la zona en una ciudad-dormitorio y los pueblos viejos que ahí se asentaban fueron “tragados” por la mancha urbana. La propia universidad era resultado de ese proceso y, de alguna manera, no tenía vínculos con la comunidad. Es decir, la escuela y sus estudiantes eran percibidos como entes ajenos.
Después, invitaron a toda la comunidad de la universidad a indicar en un mapa de la zona, los sucesos de inseguridad de los que hubieran tenido conocimiento o padecido. El resultado fue brutal: la colonia era percibida por los estudiantes como un lugar donde a diario ocurrían incidentes, pero en particular uno llamaba la atención: el acoso a las mujeres.
Aquí vino un ejercicio aún más interesante. Mientras las mujeres se quejaban del acoso y narraban lo inseguras que las hacía sentir, sus compañeros hombres no le daban importancia. Y es aquí donde los hombres no logran percibir el vínculo entre gritar cosas en la calle a una mujer o seguirla y el fenómeno de las desapariciones y feminicidios, los cuales, por cierto, han sido numerosos precisamente en la frontera de Ecatepec con Tecámac.
Otros delitos que sufrieron o de los que fueron testigos los estudiantes son el maltrato contra animales, los asaltos, el conocimiento de violaciones y el hallazgo de cadáveres.
Al final, sin embargo, este ejercicio de conocer en qué lugar se encontraban parados no se tradujo en soluciones, explicó el profesor. Hacía falta que la universidad se vinculara con los vecinos, que propusiera. Esto no ocurrió. Pero al menos, ya había trazado un camino.
GLOSARIO DE SUPERVIVENCIA Conocimiento: el primer paso a la transformación.